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"Desastre total" para la Miel de la Alcarria

La falta de lluvias acaba con la mitad de las colmenas: no hay floración y las abejas mueren de hambre

D.O. Miel de la Alcarria: "Ni aunque lloviese ya, se podría sacar cosecha este año"

D.O. Miel de la Alcarria: "Ni aunque lloviese ya, se podría sacar cosecha este año"

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La sequía de los últimos meses está afectando gravemente al campo. Es el caso, también, de la miel. El sector apícola en Castilla-La Mancha, con especial importancia en las provincias de Cuenca y Guadalajara, está viéndose abocado a una cosecha fatídica.

Tanto es así, que de los 15 o 18 kilos de media que se suele recoger por colmena, este año "quien llegue a 2 kilos, se puede frotar las manos". Así lo contaba Antonio García, presidente de la Denominación de Origen Miel de la Alcarria -considerada por muchos la mejor miel del mundo-, en una entrevista en 'Hoy por Hoy Castilla-La Mancha'. "La cosecha ha sido totalmente nula este año", sentencia.

Pero la falta de una cosecha no es lo peor. Y es que las altas temperaturas y la escasez total de lluvias lleva a que las colmenas de la zona estén muriendo, ya que las abejas necesitan unas condiciones climatológicas que con este calor no se dan. "Hemos tenido un montón de bajas, además de enfermedades en las colmenas", explica García, por eso se preguntan qué se será de ellos el año que viene.

Es un "desastre total" para los productores, que llevan "un montón de tiempo alimentando a las abejas porque no hay nada en el campo de lo que ella se puedan alimentar". Según cuenta el propio presidente "al no haber lluvia, no hay flores, si no hay floración, la abeja no cría y van muriendo". Además, con el hambre, les aparecen las enfermedades.

El panorama es tal, que supone un 40 o 50 % de muertes de colmenas. En dinero se traduce en que cada colmena vale unos 120-140 euros. Un apicultor medio que tenga unas 600 colmenas, este año podría quedarse solo con 300 de ellas a salvo.

"Ni aunque lloviese ya, se podría sacar cosecha este año", augura el presidente de la Denominación de Origen. Eso sí, si tuviéramos un mes de septiembre generoso en lluvias, volvería a haber algo de floración y "por lo menos no tendríamos más bajas". A la sequía, por si fuera poco, hay que añadirle el problema de los pesticidas.

Si no existe miel, tampoco existirán las exportaciones de este dulce manjar. Solo se podría vender la miel reservada de temporadas anteriores, que haría que los precios "aumentarán considerablemente". La situación tiene en jaque al sector, eso, sin sumar el aumento de gastos de producción que ha reducido considerablemente los márgenes de beneficio.

Un sector vapuleado que tiene que lidiar con las inclemencias meteorológicas y también, con el fraude en los etiquetados. "Lo que queremos es que se indique el porcentaje de miel que lleva de cada sitio", dice García. Los esfuerzos de la Denominación de Origen pasan por esa cuestión, pero la decisión final "es política".

 
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