Moros y Cristianos en Valverde de Júcar: pequeños cambios para que nada cambie

Cuenca

Valverde de Júcar (Cuenca) celebra entre el 5 y el 10 de enero sus fiestas de Moros y Cristianos en honor al Santo Niño, las primeras del calendario castellano manchego declaras de Interés Turístico Regional. Es un evento costumbrista que pervive con toda su esencia gracias a la particular devoción de los valverdeños y a su afán por mantener sus tradiciones.

Los dichos, los reos, los refrescos, los puñaos, los alardes, las guerrillas, la pólvora (se queman unos 500 kilos cada año), los trabucos, el moje, las vísperas, los cargos, las descargas, son elementos característicos de esta fiesta y palabras bien aprendidas en el vocabulario de los valverdeños. Unas fiestas que “significan sobre todo hermandad”, como dice su alcaldesa Juli Bautista, “hermandad por encima de todo”.

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Los dichos

Es el momento álgido de la fiesta: la proclamación de los dichos a cargo de los capitanes de las hermandades de Moros y Cristianos. Se trata de una interpretación de los textos originales que este pueblo conserva desde el siglo XVI y que cada 8 de enero resuenan por las calles de Valverde de Júcar, rebotando en las esquinas, desde lo alto del caballo de ambas cuadrillas, hasta calar en el corazón de los valverdeños que, aun sabiéndoselos de memoria, gustan de relamer esas palabras que son tan propias como el nombre de cada uno.

¡Prepararos, mahometanos,

al combate y a vencer

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que pronto habréis de tener

a su Dios en vuestras manos!

[…]

Aquel Niño… Dios amado…

que íbamos a adorar

dulcemente hasta el altar,

¡ya no está… se lo han llevado!

[…]

Dios es bueno y desde arriba

mandará su bendición.

digamos de corazón:

¡Viva el Santo Niño!

“Cuando un Ruiz de Alarcón decidió permitir que los moriscos, llegados de Granada, danzaran con sus zambras mientras los cristianos, allí afincados, dispararan al aire sus trabucos de pólvora, no se podía imaginar que este lugar, afincado al lado del Júcar, empezaría a sentir unas fiestas tan loables y llenas de devoción”, escribe el historiador conquense Miguel Romero sobre estas fiestas.

Novedades en este 2023

Si las fiestas de Moros y Cristianos de Valverde de Júcar han llegado hasta el día de hoy desde el siglo XVI manteniendo su esencia, ha sido por saber mantener la tradición. “Es una celebración en la que no hay cambios de un año a otro, siempre debe ser igual”, dice la alcaldesa. Solo cambian las personas que año a año, generación tras generación, han mantenido vida la fiesta y la devoción al Santo Niño. Aun así, cada año suele haber novedades.

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Altavoces en los alardes

Para que los alardes se escuchen mejor entre los congregados cada 6 de enero por la tarde, “este año se ha instalado megafonía”, como ha explicado Juli Bautista. “Además, se han preparado un poco mejor para evitar improvisaciones sobre la marcha”.

Se adelantan las guerrillas

Otra novedad este año es que las guerrillas del día 7 por la tarde se adelantan a las cuatro “para facilitar que se desarrollen con luz solar y que se puedan ver mejor por parte de vecinos y visitantes, que ya sabemos todos que estos días de invierno oscurece muy pronto”, apunta la alcaldesa.

Una jaima nueva

Durante las fiestas cada compañía tiene su sede, un castillo los Cristianos y varias tiendas los Moros. Pues bien, “este año la compañía mahometana estrene una jaima nueva más grande”, afirma Bautista.