¿Es bueno abrir la relación a terceras personas para prolongar su duración?

Coincidiendo con el día de San Valentín, 14 de febrero, la psicóloga de cabecera de Cadena SER Valdepeñas, Raquel Rubio, ha reflexionado sobre si el amor puede ser para toda la vida. En este sentido, ha detallado que el estado de enamoramiento suele durar unos dos años, pasado ese tiempo la llama del amor se va apagando poco a poco.

Con ello, Rubio ha detallado que para seguir manteniendo esa llama del amor hay que esforzarse cada día. Todo ello, porque las relaciones son como una planta y hay que regarlas todos los días y no solo un día al año. En este aspecto, ha asegurado que, en algunos casos, se opta por la opción de abrir la pareja a terceros para alargar la duración de las relaciones. Pero, ¿es positivo elegir una relación abierta?

Las relaciones abiertas: ¿tres son multitud?

Las parejas abiertas es un tipo de relación en la que se da entrada a terceras personas para tener encuentros sexuales esporádicos entre los tres o cada miembro de la pareja por separado. Se trata de una opción que algunas parejas eligen para prolongar la duración de la misma.

En esta línea, la profesional en Salud Mental de Valdepeñas ha subrayado que esas relaciones abiertas tienen sus cosas buenas y, también, sus cosas malas. Con ello, destaca que la apertura de una relación puede hacer que oxigene dicha relación. También, se es consciente de que nuestra pareja puede seguir “estando en el mercado” y sigue siendo atractiva para el resto de personas. Un hecho que puede llegar a reforzar dicha relación de pareja.

No obstante, estas relaciones abiertas, también, pueden derivar en conflictos de pareja, siempre que no se pongan encima de la mesa las diferentes normas antes de optar por esta opción. Una de esas normas debería estar encaminada en no repetir con la misma persona durante varias veces. Una circunstancia que podría provocar que se inicie un vínculo diferente de la mera relación sexual.

Consejos para elegir la persona indicada

También, Rubio ha afirmado que existen una serie de pautas para elegir bien a la persona que nos acompañará durante buena parte de nuestra vida. En este sentido, ha recomendado que contemos con una lista de prioridades sobre el tipo de persona que nos gustaría tener a nuestro lado. Unos gustos que deben ir en consonancia con lo que la otra persona busca en una relación de pareja.

El siguiente paso, si esa conexión de prioridades se cumple, es el momento para conocer cómo nos sentimos con esa persona que estamos conociendo. En este aspecto, debemos de analizar si nos sentimos cómodos con esa personas. Y, por último, si ambas variables se cumplen, se pasaría al punto tres, en el que se profundizará en la relación. Todo ello, con el objetivo de conocer si la persona que estamos conociendo es realmente cómo se muestra.