Jennifer Morter, 40 años al frente de la icónica Posada de San José de Cuenca

Cuenca

Británica con corazón conquense, Jennifer Morter regenta, junto con su marido Antonio, desde hace 40 años uno de los sitios más emblemáticos de la capital conquense, la Posada de San José, donde según dice la leyenda Velázquez pudo inspirarse para pintar Las Meninas. Nos lo ha contado en una entrevista en Hoy por Hoy Cuenca.

Su primer contacto con Cuenca fue en un viaje de mochilera que hacía por España. Vino para pasar las Navidades y repitió visita en Semana Santa. Aquí conoció a gente que le alojó cuando se quedó sin dinero y ya nunca más se marchó.

Empezó a trabajar en el Hotel Torremanga, donde llegó a ser secretaria de dirección, etapa “en la Cuenca era sólo un punto en el mapa, no tenía peso turístico. Nosotros hicimos un gran trabajo para promocionar la ciudad. Logramos que Cuenca se identificara con un espacio de ocio, patrimonio y naturaleza”.

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La Posada de San José había cerrado y tomando un café con su marido Antonio tomaron la decisión de embarcarse en la aventura y arrendaron el lugar. Abrieron un 28 de marzo de 1983 con calefacción de leña para calentar las habitaciones.

40 años han dado para miles de anécdotas, como la señora que vivió una experiencia paranormal en la habitación 33, o la siesta que se echó el premio Nobel Camilo José Cela.

La leyenda de Velázquez y Las Meninas

Dice la leyenda que Velázquez pudo inspirarse en la Posada de San José para pintar Las Meninas. “Hay mucho de leyenda pero también puede haber algo de verdad”. La Posada fue la Casa Palacio donde vivió Juan Bautista Martínez del Mayo, consuegro de Velázquez. El hijo de Martínez del Mazo se casó con la hija del pintor. “Se supone que cuando Velázquez iba de la Corte de Madrid a la de Valencia pasase por Cuenca y se quedase allí, porque era también la casa de su hija, y pudo inspirarse a la hora de llevar a cabo el cuadro”, asegura.

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Cambios de Cuenca y el turismo

Jennifer Morter ha estado volcada siempre en trabajar por Cuenca y para fomentar el turismo. Estuvo durante ocho años al frente de la Agrupación Provincial de Turismo. “Cuenca ha cambiado en estos 40 años, hemos pasado del turismo de autocar a un viajero más tranquilo y sosegado que no tiene tanta prisa”. Reconoce que el Casco Antiguo ha perdido vida: “Ha sido un proceso muy reciente con el crecimiento del turismo de apartamentos. No hay vida porque ya apenas quedan vecinos porque vivir allí es muy incómodo”.

Capitalidad Gastronómica

En 2023 Cuenca ostenta la Capitalidad Gastronómica que “debería ser un revulsivo y sería bueno que todo el sector se sienta identificado con la Capitalidad. Es importante que nos esforcemos para que el turista se vuelva a acordar de Cuenca”.