La Ventana de Castilla-La Mancha
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La increíble historia de “La Condesa Triste” Juana Pimentel y el Juego de Tronos castellanomanchego

El tercer episodio de ‘La Noble Historia’ abarca la vida de la viuda del condestable Álvaro de Luna y de cómo pasó de ser la mujer de la mano derecha del rey a caer en desgracia tras la ejecución de su marido y cómo después pudo recuperar todos sus bienes

La Noble Historia 1x03: Juana Pimentel "La Triste Condesa"

Toledo

Este mes de marzo se ha conmemorado el Día Internacional de las Mujeres, el 8-M, y el tercer episodio de ‘La Noble Historia’ se ha centrado en la historia de una mujer desconocida para el gran público pero que tiene una vida sorprendente. Se trata de Juana Pimentel, nacida en Guadalajara en 1404, de la Casa de Benavente y que acabaría casándose con Álvaro de Luna, que llegó a ser condestable de Castilla, maestre de la Orden de Santiago y valido del rey Juan II de Castilla. Tras la caída en desgracia de su marido, que fue ejecutado el 2 de junio de 1453 en Valladolid, Juana se refugió en el Castillo de Escalona -donde se encontraba el Tesoro Real- y sufrió un asedio que acabó con una capitulación, firmada en junio de 1453 y cuyo documento conserva el Archivo Histórico de la Nobleza.

Pero la historia de Juana no se limita solo ahí. Sufrió otro asedio, de manos de su principal enemigo, Juan Pacheco, marqués de Villena, en el castillo de Montalbán (Toledo), donde tuvieron que envenenar los pozos para hacerla salir. Continuó con su lucha frente al rey Enrique IV de Castilla, el sucesor de Juan II. Llegó a firmar una confederación con la poderosa familia Mendoza –algo que estaba prohibido por ir en contra del rey- y cuya acta de constitución también se conserva en el Archivo Histórico de la Nobleza.

En la Guerra Civil castellana que se sucedió tras la muerte de Enrique IV entre los partidarios de la princesa Isabel -después reina Isabel I de Castilla “Isabel la Católica- y los partidarios de la princesa Juana “La Beltraneja”, Juana Pimentel se alió con la reina Isabel y tras haber vencido la Guerra consiguió recuperar todo lo que estaba en peligro para ella por su enemistad con los anteriores reyes y sobre todo porque su mayor enemigo, el marqués de Villena Juan Pachecho, había perdido la contienda tras alinearse con Juana “La Beltraneja”.

Los documentos que se conservan en el Archivo de la Noble proceden de tres archivos distintos: el de la Casa de Osuna, la Casa de Frías y un tercer archivo es el del Marquesado de Villena, ya que muchas de las rendiciones y perdones reales que se le habían concedido a Juana se habían depositado en manos de los Pacheco. Tras haber llevado una intensa vida bélica, los últimos años de Juana se encuentran en Guadalajara, en el Palacio del Infantado, donde también ejerció como mecenas cultural. En el Archivo Histórico de la Nobleza se conservan los documentos sobre la construcción del Retablo de la Capilla de Santiago de la Catedral de Toledo, donde está enterrada Juana Pimentel, junto con su marido Álvaro de Luna. Y también se conserva su testamento, donde su heredera será su hija, María de Luna.

Los sellos, el gran tesoro de los documentos del episodio 3

Todos los documentos protagonistas de este tercer episodio tienen un elemento en común: los sellos. La conservadora María Burgaleta explica que es lo que da validad a dicho documento, al igual que ocurre ahora, solo que el material y la forma de estamparlos ha cambiado mucho. Al contrario que en otros documentos hechos con papiro, los sellos tienen que ser de un material más liviano que los sellos pendientes porque el material de estos documentos es el papel y si los sellos pesan, se caerían y romperían el documento.

En estos documentos el material de los sellos es cera, sobre los cuales se coloca un papel en forma de rombo y sobre él se estampa el sello con el escudo del sellante. De los documentos que forman parte del podcast, en la mayoría se conserva el sello como tal. En otro, se ha desprendido el papel protector con lo que se ve la cera, de un tono rojizo; y en otro documento el sello está casi desprendido del todo. A esto hay que sumar un problema añadido, el material del que está hecha la cera provoca que el papel se deteriore, y de hecho por la parte de atrás del papel queda la marca del sello y el texto en su mayoría se ha perdido.

Todos los documentos de Juana Pimentel se conservan en un muy buen estado. María Burgaleta explica que hay varias claves para que un documento del siglo XV se conserve casi tal cual en el siglo XXI. “Que no haya prácticamente luz, ni calor y que tampoco haya humedad, con lo que tampoco habrá animales, como roedores o insectos”.

Aldo Gómez

En 'Hora 14'. Antes, había pasado por SER Toledo,...