Ruta desde la laguna de Uña hasta lo alto de Huélamo en la Serranía de Cuenca

Cuenca

En esta ruta seguimos el curso del río Júcar aguas arriba, desde Uña a Huélamo. Queremos descubrir los encantos de la laguna con su fauna acuática característica y alzar la vista para distinguir entre las riscas alguna buitrera, pararnos en las orillas del embalse de la Toba y, ya en Huélamo, ascender por la escalinata hacia los restos de su castillo y asomarnos al mirador más alto de la provincia de Cuenca.

Uña

Uña es un pueblo típico serrano cuyo nombre unos dicen que proviene de la similitud del casco urbano del pueblo con una uña y otros que se trata de una derivación etimológica de una antigua definición de ‘hoz’.

El pueblo está situado a unos 35 kilómetros de Cuenca. Es una localidad de 88 habitantes (Padrón 2023) que se dedican, en su mayoría, a la ganadería, al monte y al turismo. Uña es un pueblo arquitectónicamente formado a lo largo del siglo XX, por ejemplo, la iglesia data del año 1924.

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La laguna

Hasta el pie de las casas llega el agua de la laguna. El paraje está cerrado por altos riscos en los que habitan rapaces y buitres. La verticalidad de las rocas se estrella contra las aguas mansas de la laguna. No se pierda el placer de pasear junto al carrizo de la orilla; descubrir entre los juncos a los patos o a las fochas o el placer de escuchar el trinar de los pájaros.

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La piscifactoría

Junto a la laguna, un poco más arriba, está la piscifactoría. Este centro está gestionado por la Junta de Comunidades y se dedica al estudio y repoblación de la trucha autóctona de los ríos de Castilla-La Macha. También está en este sitio la Escuela de Pesca, uno de los deportes más practicados en estos parajes. En esta escuela se imparten cursos que van desde el aprendizaje básico hasta el perfeccionamiento y se pueden conocer, a través de los acuarios de que dispone, todas las especies que pueblan los ríos de la región.

El rincón de Uña

Todo esto está enclavado en uno de los parajes más interesantes de la provincia, el Rincón de Uña, uno de los lugares donde habitan un gran número de especies tanto de flora como de fauna. Aquí conviven aves acuáticas y rapaces.

Uña tiene más parajes para no perderse o para perderse en ellos. El Rollo Frío, por ejemplo, es un puente de hierro, con un sifón que eleva el agua que va al Salto de Villalba de la Sierra, una gran obra de ingeniería que data de principios del siglo XX.

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Como paraje natural no se pierda el arroyo de la Madera, donde están las ‘catedrales’, así se llama al cortado que el tiempo y los elementos han hecho en las riscas. También está aquí la Cueva del Tío Manolo, lugar de interés para los aficionados a la espeleología.

Tenga en cuenta que existen varias rutas de senderismo que recorren estos parajes. Una de ellas bordea todo el rincón subiendo desde ‘El Escalerón’, pasando por lo alto de las riscas, para volver a bajar a la laguna. Otro sendero también señalizado conduce, a campo través, hasta la Ciudad Encantada.

La Toba

Pero nuestra ruta continúa por la carreta hasta Huélamo. Antes, a medio camino nos topamos con el embalse de La Toba, a unos cuatro kilómetros de Uña, un buen sitio para practicar la pesca o el piragüismo. Siguiendo la carretera llegamos ya al punto final de este recorrido.

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Huélamo

Huélamo está situado a más de 1.300 metros de altitud, es una de las poblaciones más altas de la provincia de Cuenca. Sus 76 habitantes (Padrón 2023) disfrutan de un paisaje natural tan rico que merece la pena visitar. Enclavado en una ladera, Huélamo se protege de los fríos vientos del invierno detrás de la montaña.

El paseo por sus calles ha de ser tranquilo para disfrutar también del arte de la rejería muy extendido en estas casas. En este lugar existió en su día una fundición bastante importante de la que aún quedan vestigios.

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Es Huélamo un pueblo con castillo aunque hoy en día apenas si quedan restos de los muros y del torreón. En su día esta fortaleza fue paso fronterizo entre el Reino de Castilla y la Corona de Aragón y había que pagar por pasar por aquí. Ahora, en lo alto de la peña hay un mirador, uno de los más altos de toda la provincia.

Los encantos de Huélamo, una vez conocido el pueblo, se extienden por los alrededores, por parajes como el arroyo Almagrero, el molino de Juan Romero o el Majedal, lugares de gran valor medioambiental por su buen estado de conservación.