La barrera tobácea de Uña o lo que fue cuando bajaba por ella el agua de la laguna
Este espacio natural se vio modificado en 1925 tras construirse la prsa que deriva el agua al Salto de Villalba de la Sierra
Cuenca
Esta semana en el espacio Nos vamos de excursión, que coordina Fernando Carreras, de EcoExperience, y que emitimos los viernes en Hoy por Hoy Cuenca, volvemos a la laguna de Uña, pero nos centramos en la impresionante barrera tobácea que encontramos junto a este espacio acuático en plana Serranía de Cuenca.
La barrera tobácea de Uña o lo que fue cuando bajaba por ella el agua de la laguna
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Para llegar, salimos de Cuenca hasta Villalba de la Sierra y de ahí a Uña. Debemos ir atentos ya que, antes de llegar a la entrada del pueblo, en la bajada que hay en la carretera, vamos a ver a mano izquierda una explanada donde podemos dejar nuestro coche. Desde aquí seguimos un pequeño camino que avanza y nos lleva hasta la parte de enfrente de esta barrera tobácea.
Aquí tenemos un cartel indicador que nos informa sobre la importancia de este elemento geológico. En realidad, una barrera tobácea es una gran pared en la que, la circulación del agua, en forma de corrientes y cascadas, por terrenos calizos, va haciendo que poco a poco el carbonato cálcico que va arrastrando el agua se vaya depositando en los musgos y líquenes de la pared provocando la solidificación de los mismos, generando un nuevo tipo de roca, conocida como toba, muy presente en muchos nombres en nuestra provincia, que es muy porosa, frágil y tiene muy poco peso (toba en catalán significa blanda).
Actualmente solo encontramos un pequeño tramo por donde baja el agua, de ahí la importancia de esta barrera tobácea. Está así desde que se cerrase la laguna de Uña a través del muro de la presa construido en 1925 para llevar el agua por un canal hasta el Salto de Villalba.
Antes de la construcción de ese muro el agua de la laguna que venía del arroyo del Rincón y se embalsaba en la laguna actual, caía luego por esta pared formando una cascada que debía ser impresionante. Según algunas informaciones la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha trabaja actualmente en la recuperación de la misma.
Con el paso del tiempo se fue creando la barrera que, cuando dejó de llevar agua, quedó de la forma que vemos actualmente, la roca totalmente seca, con las formas de raíces y de plantas que han quedado endurecidas y que si las tocamos se pueden quebrar y romper fácilmente. Es, por así decirlo, una toba que ya está inactiva, aunque tenemos muchos casos de barreras tobáceas activas, como el Nacimiento del río Cuervo o la Balsa de Valdemoro.
Desde este punto, y cuando el río lleva poco caudal, podemos seguir la ruta cruzando al otro lado del mismo (si no también podemos cruzar al otro lado del camino, por la zona del antiguo cuartel de la guardia civil) y desde aquí seguir paralelos al Júcar, que por aquí presenta unas paredes de calizas tableadas, de gran interés geológico también. De hecho, si seguimos por esa senda, llegaremos también a una casa abandonada, una de tantas de las que tenían los agentes forestales por la Serranía, con unas bonitas vistas del río y el paisaje.
Desde esta zona podemos seguir la pista que va hacia las pozas del arroyo de la Madera o volver por el canal de Uña a Villalba para llegar de nuevo a nuestro vehículo.
Paco Auñón
Director y presentador del programa Hoy por Hoy Cuenca. Periodista y locutor conquense que ha desarrollado...