Una bruja mala, un cura artista y otras historias de los pueblos de Cuenca

Cuenca

Olmeda de la Cuesta es un municipio de la provincia de Cuenca con 22 habitantes (INE, 2023). En 2010 era la localidad más envejecida de España (Estudio de Población del BBVA). Desde entonces, su Ayuntamiento se propuso revitalizar el pueblo y puso en marcha una novedosa iniciativa: poner a la venta a bajo precio solares urbanos para facilitar la construcción de nuevas viviendas y atraer población.

Pero la dinámica renovadora no quedó ahí y se desarrollaron otros proyectos como la adecuación de espacios urbanos con nuevas decoraciones, la plantación de árboles singulares procedentes de distintos lugares de España (el árbol de Guernika, un drago de Canarias) y del mundo (el olivo de Getsemaní). La más reciente ha sido la creación del Museo de la Publicidad al aire Libre y ya lucen en sus calles icónicos carteles como el Nitrato de Chile, el muñeco de Michelin o el mítico luminoso de Schweppes.

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Esta es la historia reciente. La más ancestral la ha recopilado en un libro Antonio Checa Sainz, licenciado en Derecho y Graduado en Historia, oriundo de la cercana localidad de Buciegas de la que también escribió su historia. “Me interesaba establecer la comparativa con Buciegas, es decir, dos pueblos que están al lado, ¿se pueden diferenciar en algo?”, se pregunta.

La bruja mala de Olmeda de la Cuesta

“Me llamaron especialmente la atención los pleitos inquisitoriales que podemos encontrar en el Archivo Diocesano”, explica Checa. “Allí me encontré el caso de una mujer que fue acusada de brujería. La mujer tenía totalmente aterrorizado al pueblo con sus presuntos maleficios. Llegó a tener tal dominio sobre los vecinos que cuando una pareja se iba a casar acudían a ella y le daban algún regalo para evitar que les hiciese algún maleficio que evitara la consumación de su matrimonio. La mujer se había especializado en eso”.

Bartolomé Ferrer, el cura artista

“Bartolomé Ferrer es una de las personalidades destacadas de la provincia”, apunta Checa sobre este sacerdote conquense nacido en Salinas del Manzano en 1695. “Fue cura en Olmeda de la Cuesta, escribió un tratado de arquitectura, dedicó muchas horas a pintar la iglesia él mismo, hizo varias obras. También realizó uno de los mapas más antiguos de la provincia de Cuenca y de su Obispado. Fue una de esas figuras intelectuales que de repente te encuentras en los pueblos. Casi todo el mundo que estudia la arquitectura del siglo XVIII trata a este hombre”.

La repoblación de Buciegas

Antonio Checa Sainz contaba en el libro de la historia de Buciegas la repoblación que salvó a este pueblo de desaparecer en el siglo XV. “Es un pueblo que resucitó. Muchas veces, al estudiar la Historia, nos olvidamos de que los pueblos no han existido siempre. Hubo una repoblación en los siglos XII y XIII y muchos dejaron de existir. Buciegas se repobló en el siglo XV y se hizo con éxito. Me gusta contar que un pueblo que aparentemente está condenado, a lo mejor no lo está tanto”.