“La pieza que le faltaba al puzle”: nuevo yacimiento paleontológico de Cuenca

Capas de calizas laminadas. Ese es el terreno geológico que compone el lugar donde este verano se lleva a cabo por primera vez una excavación paleontológica profesional. Es el yacimiento del Proyecto Chikuto que ha promovido este estudio en un paraje de la Serranía Baja de Cuenca, entre los términos municipales de Algarra y Casas de Garcimolina. Chikuto fue un aficionado a la paleontología de Landete, también en esta comarca conquense. Ya fallecido, y en su honor, los vecinos han promovido este año el estudio de uno de los parajes que él enseñaba verano tras verano a los expertos que acudían a otras prospecciones en yacimientos cercanos. Capas de caliza laminadas como las que aparecen en el cercano yacimiento paleontológico de Las Hoyas, en el también municipio conquense de La Cierva, estudiado desde los años 80 y del que han salido fósiles ya documentados como Iberomesornis o el dinosaurio Concavenator Corcovatus. Capas de caliza laminadas que han guardado fosilizados restos de la fauna y flora de hace 125 millones de años. Allí encontramos prospectando durante estos días del mes de julio a un grupo de seis profesores y cuatro estudiantes de Biología de la Universidad Autónoma de Madrid capitaneados por la profesora Ángela Delgado Buscalioni, veterana en estas labores. “De momento es relativamente abundante la información que encontramos en este yacimiento y añade conocimiento a todo lo que conocemos de otras prospecciones de la Serranía de Cuenca”, explica. Este lugar, que nos aventuramos a bautizar como Yacimiento Chikuto, se asemeja a lo que los expertos denominan Formación La Huérguina [otro municipio de la Serranía de Cuenca], “depósitos, fundamentalmente de origen lacustre y en parte aluviales, que rellenaron pequeñas cubetas sedimentarias generadas en un contexto tectónico distensivo”, como se describe en el Portal de Cultura de Castilla-La Mancha. “Encontramos una fauna similar a la conocida de Las Hoyas o Buenache de la Sierra”, explica Buscalioni. “Estamos incorporando estos datos a los ambientes de charcos, de pequeños lagos de la Serranía de Cuenca de hace 125 millones de años”. Acometer por primera vez una excavación conlleva un proceso específico. “Hay que levantar la columna, reconocer donde están los puntos en los que nos interesaría picar, ordenarlo espacial y temporalmente”, explica esta paleontóloga. “Barremos el terreno para analizar qué tipo de rocas hay, si son más lajosas, más irregulares, qué contenido fosilífero tienen, cómo se preserva”. Pero, ¿qué diferencias aporta este yacimiento Chikuto a lo conocido de otros cercanos? Aún con lo poco excavado, apenas una semana en este mes de julio, ya hay algunos datos destacables. “Estamos en un ambiente mucho más canalizado, el agua era más somera, con un flujo continuo que arrastraba elementos de la fauna y de la flora que viviría rodeando esta área. Hay algo muy dominante como los unionidos [almejas de agua dulce], los bivalvos, que determinan bastante bien qué tipo de ambiente habría, como sería el Ph del agua ya que estos animales no pueden vivir con uno superior a 7. También encontramos muchas algas carófitas, que no se dan en Las Hoyas, lo que indica que sería un charquito somero con mucha luz”, explica Buscalioni. “No es un yacimiento en el que digas que hay un animal único, un ejemplo claro a describir, sino que es interesante para conocer muy bien los contextos ecológicos de la época. Esta pieza nos faltaba en el puzle”, apunta la paleontóloga. Los vecinos de Landete, Casas de Garcimolina y Algarra mantienen abierta una campaña de micro mecenazgo para financiar esta campaña en la que se llevan recaudados más de 3.000 euros. Tan implicados están que colaboran con los profesionales. “Hemos mantenido una exposición de los fósiles localizados en la zona con los que ellos se han reconocido porque sus paseos diarios consisten en ver y reconocer esos fósiles”, apunta Buscalioni que adelanta que en septiembre promoverán unas charlas divulgativas en el colegio de Landete. ‘La Gran Excavación’ es un juego de mesa ideado en Cuenca por Miguel Antonio Viedma y Cristina Pérez Jaime con ilustraciones de Boris Ramírez Barbe. Está editado por Tranjis Games y propone a los jugadores (4-5) encontrar fósiles de dinosaurios. Esa es la misión de John Jamón a quien hay que ayudar en su objetivo. A través de las cartas cada jugador tendrá que probar suerte y encontrar a los cuatro ejemplares escondidos, entre los que aparecen el conquense Concavenator Corcovatus o el famosísimo Tyrannosaurus Rex. Después tendrá que hacerse con herramientas para desenterrarlo y transportarlo y completar la tarea llevando los dinosaurios a un museo. El juego está a la venta online en la web de la editorial y también en la tienda La Comicteca de Cuenca.

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Profesores y alumnos de la Universidad Autónoma de Madrid excavan en una nueva ubicación de la Serranía conquense

Paco Auñón

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