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¿Qué hacer si en unas obras en casa aparecen restos de valor patrimonial?

Un arqueólogo despeja dudas sobre cómo actuar, si debemos notificarlo, qué pasa si no lo hacemos o quién termina pagando el sobrecoste

¿Qué hacer si en unas obras en casa aparecen restos de valor patrimonial?

Cuenca

El pasado 24 de julio fue noticia que las obras de instalación de un ascensor en un edificio del Casco Antiguo de Cuenca habían sacado a la luz restos humanos de las tumbas de la antigua parroquia de San Juan, una iglesia ya desaparecida. En un pequeño hueco de excavación, de un metro y medio de lado, se encontraron los restos de más de una veintena de individuos.

Ante esta noticia nos surgieron algunas preguntas que creemos que pueden ser comunes y a las que queremos dar respuesta. ¿Qué ocurre si en una obra en nuestra casa aparecen restos humanos o algún elemento de valor patrimonial? ¿Qué tengo que hacer? ¿Tengo obligación de comunicarlo? ¿Me van a paran las obras? ¿Tengo que pagar yo el sobre coste de la investigación patrimonial? ¿Me expropiarán en pro del interés general?

Para responder a esas cuestiones hemos requerido al arqueólogo conquense Michel Muñoz, buen conocedor del patrimonio de Cuenca, y responsable del estudio arqueológico en esas obras que descubrieron esos restos de la antigua iglesia de San Juan en el casco antiguo, con quien hemos charlado en Hoy por Hoy Cuenca.

El casco antiguo de Cuenca está declarado Patrimonio de la Humanidad.

El casco antiguo de Cuenca está declarado Patrimonio de la Humanidad. / Cadena SER

¿Tengo que comunicarlo?

¿Qué hacer si en unas obras en casa aparecen restos de valor patrimonial? ¿Tengo que comunicarlo? El arqueólogo conquense Michel Muñoz explica que “tenemos que comunicarlo a los servicios territoriales de Cultura, en Cuenca a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. O a los Ayuntamientos en el caso de que estos tengan las competencias en Patrimonio”.

En realidad, asegura Muñoz, “no hay tanta sorpresa porque normalmente para hacer una obra necesitas una licencia y para dártela, los servicios municipales han tenido que hacer una consulta a Patrimonio, más si cabe en un casco antiguo como el de Cuenca. En ese caso es muy difícil que no le manden hacer un control arqueológico porque suelen ser edificios declarados bien de interés cultural, sobre todo si están en un conjunto histórico. Y no solo pueden aparecer restos patrimoniales en el subsuelo, las mismas cubiertas pueden tener restos del pasado y también hay que documentarlos”.

¿Y si no decimos nada?

Tal vez se le pase por la cabeza no comunicar la aparición de restos arqueológicos o patrimoniales. “Si no dices nada pueden pasar dos cosas”, explica Muñoz. “Primero que evidentemente es algo muy feo. El problema no es que no lo comuniques y tapes lo que ha aparecido. Bueno, ahí no ha habido una destrucción. El problema es si no dices nada y lo destruyes para hacer un cimiento, por ejemplo. Ahí estás acabando con un bien cultural que pertenece a todos los ciudadanos. Y eso ya es un delito. Un yacimiento arqueológico es un bien común que nos pertenece a todos”.

Vista de los rascacielos de Cuenca desde los jardines del Museo Paleontológico (MUPA).

Vista de los rascacielos de Cuenca desde los jardines del Museo Paleontológico (MUPA). / Cadena SER

¿Qué ocurre entonces?

Bien, decidimos obrar legalmente y lo comunicamos. ¿Qué ocurre entonces? ¿Me van a parar las obras? “No tienen por qué pararte las obras”, explica este arqueólogo. “Pueden preguntarle qué va a hacer usted, si lo tapa ahora mismo sigue con la obra. Pero a veces sucede que no puedes taparlo porque necesitas ese cimiento para hacer una edificación. Entonces no es que te paren la obra sino que tienes que hacer algo que no estaba previsto. Tendrías que llamar a un arqueólogo, presentar un proyecto de intervención arqueológica y hacer una intervención para ver si puedes afectar a esa estructura arqueológica o no”.

Restos de la muralla del Alcázar en el casco antiguo de Cuenca, en el barrio de Mangana, donde vivía la comunidad judía en la Edad Media.

Restos de la muralla del Alcázar en el casco antiguo de Cuenca, en el barrio de Mangana, donde vivía la comunidad judía en la Edad Media. / Cadena SER

¿Tengo que pagar yo?

Llegados a este punto y ante la necesidad de hacer un estudio arqueológico, nos preguntamos quién lo paga. ¿Nos corresponde a nosotros? “Sí, porque responde a una lógica aplicada en toda Europa”, explica Muñoz. “Se supone que todos los yacimientos arqueológicos son bienes comunes. ¿Qué sucede? Cuando estoy haciendo una obra particular, nadie me obliga a ello, la hago porque yo quiero. Entonces, si yo voy a afectar a ese bien común, evidentemente yo tengo que correr con los gastos que eso conlleva”.

¿Me pueden llegar a expropiar?

¿Se puede dar la circunstancia que la administración pública correspondiente me expropie? “Puede darse el caso”, apunta Muñoz, “pero lo normal es que, si tiene un gran valor, nos digan que no podemos afectarlo, que tiene que quedar en el subsuelo, o sea, que usted no puede hacer el sótano, no podrá tener garaje o tendrá que renunciar a una habitación en las plantas superiores para poner ahí la caldera”.

¿Se dan casos?

Todo esto que nos estamos planteando, ¿llega a ocurrir? ¿Aparecen bienes patrimoniales o arqueológicos en obras particulares? “Se dan”, dice Muñoz. “En Cuenca, por ejemplo, “es muy difícil que en cualquier obra que haga un vecino en el casco antiguo no le pongan un control arqueológico. En ese control pueden salir estructuras interesantes. Eso conlleva que el arqueólogo tenga que hacer un informe a todo correr para que lo evalúe Patrimonio y te digan que tienes que renunciar a esa parte de la casa porque hay que preservarlo”.

Restos de la muralla medieval islámica en Mosén Diego Valera 16. (Foto de Santiago D. Domínguez-Solera).

Restos de la muralla medieval islámica en Mosén Diego Valera 16. (Foto de Santiago D. Domínguez-Solera). / losojos.es

Un ejemplo

Michel Muñoz ha compartido un ejemplo reciente en el casco antiguo de Cuenca. “En unas obras para adecuar una vivienda para uso turístico en la calle Alfonzo VIII, por la zona de Zapaterías, apareció al fondo de la casa la antigua muralla de la judería. Eso ocurre en todas las viviendas de esa zona. Algún vecino ha pretendido picar un poco y ganar espacio en una habitación. Pero no lo pueden hacer porque tienen que preservar la muralla. Hay dos opciones: ocultarlo con un tabique dejando una pequeña cámara de aire o, como han hecho en el caso de esa reforma de los apartamentos turísticos que han preservado parte de la muralla y uno se va poder duchar como si estuviera en Medina Azahara”.

Paco Auñón

Director y presentador del programa Hoy por Hoy...