Una ruta por Cólliga: historia, naturaleza y tradición cerca de Cuenca
Un paseo entre cañadas reales, encinas centenarias, restos históricos y la memoria viva de un territorio ligado a la ganadería
Una ruta por Cólliga: historia, naturaleza y tradición cerca de Cuenca
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Cuenca
A escasos 14 kilómetros de Cuenca, en plena Serranía, se encuentra Cólliga, una pedanía pequeña en tamaño pero enorme en historia, patrimonio y paisaje.
Hasta allí nos lleva Francisco Javier Rodríguez Laguía, presidente de la asociación cultural CuenCANP, dentro de su propuesta de rutas e itinerarios por la ciudad y su entorno que presenta cada miércoles en Hoy por Hoy Cuenca en la sección Caminos, naturaleza y patrimonio.
En esta ocasión, el recorrido circular, de unos 7,5 kilómetros, ofrece un paseo entre cañadas reales, encinas centenarias, restos históricos y la memoria viva de un territorio profundamente ligado a la ganadería y a la tradición textil conquense. La ruta se incluye en el libro Espacio Natural. Rutas y Sendas Principales de la Ciudad y sus alrededores editado por el Ayuntamiento de la capital.
Inicio de la ruta
El punto de partida es la plaza de Cólliga, núcleo de este pequeño pueblo cuyo nombre procede de “collado pequeño”. Desde la calle Real se abandona la aldea para descender por la calle de las Cañadas, evocador topónimo que recuerda la importancia que tuvieron las vías pecuarias en el desarrollo de la localidad.
No en vano, por sus tierras discurre la cañada real de Rodrigo Ardaz, una de las principales rutas de trashumancia que atravesaban la provincia, eje económico durante siglos para los rebaños de ovejas y cabras que alimentaban la floreciente industria textil conquense.
La ruta discurre por tramos de la Cañada Real de Rodrigo Ardaz.
La ruta discurre por tramos de la Cañada Real de Rodrigo Ardaz.
Entre encinas
El primer tramo de la ruta discurre entre encinas que aún resisten como testigos del antiguo bosque mediterráneo. Tras cruzar el arroyo del Calvario y el de la Fuente de la Losa, el camino asciende hacia la Loma de la Dehesa y los Corrales del Alto.
Allí se alza una encina monumental que merece detenerse a contemplar, tanto por su porte como por lo que simboliza: la huella de un paisaje natural en el que la ganadería, el pastoreo y el aprovechamiento forestal marcaron durante siglos la vida de los habitantes.
El primer tramo de la ruta discurre entre encinas que aún resisten como testigos del antiguo bosque mediterráneo.
El primer tramo de la ruta discurre entre encinas que aún resisten como testigos del antiguo bosque mediterráneo.
El cerro del Telégrafo
El itinerario rodea el cerro del telégrafo de Valdegonzalo, uno de los puntos que formaban parte de la línea telegráfica que unía Madrid con Cuenca a mediados del siglo XIX.
Más información
Aunque hoy se encuentra en ruinas y cubierto de vegetación, este enclave fue declarado Bien de Interés Cultural y recuerda un momento clave en la historia de las comunicaciones: antes de la llegada del telégrafo eléctrico, era el sistema más rápido para transmitir mensajes a distancia.
La primera conexión eléctrica en Cuenca se inauguró en 1855, con un telegrama enviado por Jorge Torner de la Fuente, ingeniero de montes y padre del artista Gustavo Torner.
Los encantos de Cólliga
Tras el alto, la senda desciende por un barranco cubierto de pinos hasta cruzar el arroyo de la Vega y salvar la línea de alta velocidad. El regreso conduce de nuevo a Cólliga, donde aguardan algunos tesoros patrimoniales que completan la visita.
En lo alto del pueblo se erige la iglesia de San Bartolomé, patrón de la localidad. Junto a ella, el mirador ofrece una panorámica privilegiada de la vega del Júcar y, en días despejados, de la propia ciudad de Cuenca.
También merece una parada el museo etnográfico local, un pequeño espacio que recoge utensilios agrícolas, objetos domésticos y una recreación de la antigua escuela rural, todo ello con el encanto de la memoria compartida.
La historia de Cólliga está ligada desde sus orígenes a la repoblación cristiana tras la conquista de Cuenca.
La historia de Cólliga está ligada desde sus orígenes a la repoblación cristiana tras la conquista de Cuenca.
La historia
La historia de Cólliga está ligada desde sus orígenes a la repoblación cristiana tras la conquista de Cuenca. Se cree que nació con apenas cinco familias, dedicadas principalmente a la agricultura, el cultivo del esparto y la ganadería.
El esparto, muy apreciado por los árabes, se utilizaba en la fabricación de esteras islámicas, un producto que también tuvo gran difusión en la zona. Con el tiempo, el pueblo consolidó su vocación agrícola y mantuvo viva la devoción a San Bartolomé, mientras las cañadas reales seguían marcando el ritmo de la vida local.
Los tintoreros de Cuenca
La ruta por Cólliga no solo permite descubrir un entorno natural de gran belleza, sino también comprender la estrecha relación entre la economía pastoril y el desarrollo de la industria textil en Cuenca. Durante los siglos XV y XVI, la producción de lana generó riqueza y crecimiento en la ciudad, con barrios como el de los Tiradores vinculados directamente a los oficios de hiladores, tejedores y tintoreros. En las riberas del Huécar se cultivaba incluso el pastel, una planta de la que se extraía un tinte azul que dio nombre a la actual calle de los Tintes.
Foto antigua de Cuenca con el edificio de la Real Fábrica de Alfombras ya desaperecida. / Archivo José Vicente Ávila
Foto antigua de Cuenca con el edificio de la Real Fábrica de Alfombras ya desaperecida. / Archivo José Vicente Ávila
Caminar por los alrededores de Cólliga es, por tanto, recorrer siglos de historia condensados en un pequeño espacio: desde los vestigios de civilizaciones antiguas hasta las huellas del pastoreo y los oficios tradicionales; desde la innovación de las comunicaciones decimonónicas hasta el paisaje natural que aún conserva su esencia mediterránea.
Una ruta para los sentidos que confirma, una vez más, que el patrimonio de Cuenca se extiende mucho más allá de las murallas de su capital.
Paco Auñón
Director y presentador del programa Hoy por Hoy Cuenca. Periodista y locutor conquense que ha desarrollado...
