Cocinas sin ley: cómo los malos hábitos en pisos de estudiantes ponen en riesgo la salud
La falta de higiene se suma a la falta de control: carnes crudas mal almacenadas, derrames contaminantes, tuppers que se descongelan encima del radiador, o alimentos cocinados que se dejan fuera del frigorífico durante días
Cocinas sin ley cómo los malos hábitos en pisos de estudiantes ponen en riesgo la salud
Con la llegada del mes de septiembre, miles de estudiantes en toda España inician una nueva etapa: compartir piso por primera vez. Lejos de la comida casera y el control familiar, muchas cocinas universitarias se convierten en un campo minado de malos hábitos, desorganización y serios riesgos para la salud.
Así lo explica Andrés García, experto en seguridad alimentaria. "En los pisos de estudiantes es muy común la falta de conocimiento, pero también la dejadez y la falta de organización. Todo eso se traduce en malas prácticas que pueden provocar intoxicaciones alimentarias, y no es una exageración", ha alertado.
Cerveza fría, pero ¿y la nevera?
Uno de los focos principales de peligro es, sin duda, el frigorífico. No es raro encontrar en él alimentos caducados desde hace meses, salsas abiertas con moho o restos de comida sin identificar. "¿Cuántas veces limpian el frigorífico a lo largo del curso? Quizá una, cuando viene la madre a hacer limpieza general. Y eso, si hay suerte".
La falta de higiene se suma a la falta de control: carnes crudas mal almacenadas, derrames contaminantes, tuppers que se descongelan encima del radiador, o alimentos cocinados que se dejan fuera del frigorífico durante días. Todo esto crea el entorno perfecto para el crecimiento de bacterias peligrosas como la salmonella o la listeria.
Cuando los retos virales se convierten en un riesgo
A este escenario hay que añadir la viralidad desmedida y peligrosa, alimentada por las redes sociales. En este sentido, García ha puesto ejemplos reales como el "pollo dormilón" —una receta viral en TikTok que implica cocer pollo con medicamentos disueltos— o la moda de cocinar alimentos en el lavavajillas, aprovechando el calor del lavado. "No todo vale. El microondas no mata todo, el lavavajillas no es un horno", ha recalcado.
Seguridad alimentaria: esa gran desconocida
Pero más allá de los malos hábitos, el problema de fondo es la falta de formación. "No solo es que coman mal o desordenen todo, es que no saben qué puede ser peligroso y qué no. Muchos creen que calentar en el microondas lo soluciona todo, cuando en realidad no elimina muchos riesgos biológicos", ha señalado.
A esto se suma la despreocupación por las fechas de caducidad, el 'heredar' alimentos de compañeros anteriores sin saber su origen o condiciones, o el almacenamiento incorrecto en frigoríficos saturados que ni siquiera mantienen la temperatura adecuada.