"Se bañaban hasta las mulas": un paraje olvidado en la Mancha de Cuenca
Ruta por el río Sahona y por la historia y el paisaje manchego entre Santa María de los Llanos y Las Mesas
"Se bañaban hasta las mulas": un balneario olvidado en la Mancha de Cuenca
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Cuenca
El río Sahona, o Saona como aún se ve en algunos mapas y documentos, recorre apenas 26 kilómetros entre su nacimiento en Santa María de los Llanos y su desembocadura en el Záncara, en las cercanías de Las Mesas. Es un curso corto, pero cargado de historia, tradición y vida rural.
“Es un río muy conocido en la comarca, sobre todo por los mayores que recuerdan sus tiempos de baño y recreo”, explica Francisco Javier Rodríguez Laguía, presidente de la Asociación Cultural CuenCANP, impulsora de la red integral de Caminos de Agua de Castilla-La Mancha. Nos lo ha contado en el espacio Caminos, naturaleza y patrimonio que emitimos los miércoles en Hoy por Hoy Cuenca.
“Hoy el Sahona forma parte de esa red, que ya suma más de 2.000 kilómetros por toda la región, con el agua como hilo conductor para conocer nuestro territorio”.
Ficha técnica del recorrido
- Longitud: 26 km
- Inicio: Casas de Sahona (Santa María de los Llanos)
- Final: Puente de los Tres Ojos (Las Mesas)
- Desnivel: Muy suave, perfil plano
- Tipo de camino: Asfaltado y tierra en buen estado
- Recomendado para: Senderismo, cicloturismo, turismo rural y educativo
- Mejor época: Todo el año (preferible otoño e invierno por la luz y el clima)
Las Casas de Sahona, el balneario olvidado
El punto de partida de esta ruta se encuentra a apenas dos kilómetros del casco urbano de Santa María de los Llanos, en un paraje conocido como las Casas de Sahona.
“Allí nacía el río, en una zona que fue durante décadas un punto de encuentro y baño para los habitantes de los pueblos cercanos. La gente iba en carros, pasaban el día entero o incluso semanas, y disfrutaban de las aguas junto a los animales, que también se bañaban en grandes pilas”, recuerda Rodríguez Laguía.
En los baños de Sahona se bañaban hasta las caballerías. / motadelcuervoellugardelamancha.com
En los baños de Sahona se bañaban hasta las caballerías. / motadelcuervoellugardelamancha.com
El lugar contaba con pequeños cuartos donde los vecinos se cambiaban, y algunos recibían baños de agua caliente “como si fuera un balneario rural”. Hoy, lamenta el presidente de CuenCANP, “todo está abandonado y cubierto de vegetación, pero aún se pueden ver las estructuras antiguas”.
Su propia memoria personal se entrelaza con el paisaje: “Yo mismo me bañé allí de niño y recuerdo cómo fluía el agua con unos peces magníficos. Era un lugar muy especial”.
motadelcuervoellugardelamancha.com
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Entre yesos, cereal y viñedos
Desde el nacimiento, el Camino Natural del río Sahona discurre por una llanura típica de la Mancha conquense: un paisaje árido, salitroso y yesífero, con poca vegetación de ribera.
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“Por desgracia, apenas quedan chopos ni sombra, aunque en la cabecera del río todavía se conservan algunas manchas de bosque”, señala Rodríguez Laguía.
El trazado avanza por un camino asfaltado en buen estado, cruzando campos de cereal y viñedo, los cultivos predominantes en esta comarca.
“Es una ruta muy recomendable incluso en invierno, porque tiene mucha luz y permite disfrutar de la amplitud del horizonte manchego”, añade.
A lo largo del recorrido, el Sahona se cruza con antiguos caminos históricos y rutas senderistas.
A lo largo del recorrido, el Sahona se cruza con antiguos caminos históricos y rutas senderistas.
Encuentro de caminos y viejas rutas
A lo largo del recorrido, el Sahona se cruza con antiguos caminos históricos y rutas senderistas. “Pasamos por el Camino de Santiago de Levante, que viene desde el sureste de España y atraviesa la provincia hacia Santiago de Compostela. También confluyen el Camino Natural de los Humedales de la Mancha y el Camino del Quijote, aquel proyecto del cuarto centenario que lamentablemente hoy está abandonado”, comenta Rodríguez Laguía.
El itinerario atraviesa también zonas de antiguos molinos de agua, testigos del pasado agrícola de la comarca, y bordea pueblos como El Pedernoso, Monreal del Llano o Belmonte, todos ellos vinculados históricamente al curso del río.
El trazado avanza cruzando campos de cereal y viñedo.
El trazado avanza cruzando campos de cereal y viñedo.
El Puente de los Tres Ojos
La ruta culmina junto al Puente de los Tres Ojos, una construcción de piedra “preciosa y muy antigua”, en palabras del presidente de CuenCANP.
“Es un lugar emblemático, donde el Sahona desemboca en el Záncara, y donde además podemos enlazar con el Camino Natural del Záncara para continuar la travesía”, apunta.
En este tramo final, el paisaje se abre aún más, y la presencia de aves esteparias recuerda que estamos en plena Mancha húmeda, un entorno único de navas y lagunas estacionales que conserva una notable biodiversidad.
Puente de los Tres Ojos sobrfe el río Sahona cerca de Las Mesas (Cuenca).
Puente de los Tres Ojos sobrfe el río Sahona cerca de Las Mesas (Cuenca).
Un viaje por la memoria rural
El Camino Natural del río Sahona no solo ofrece una oportunidad para caminar o pedalear, sino también para reconectar con la memoria del territorio.
“Detrás de cada fuente, cada molino o cada casa abandonada hay historias de las gentes que vivieron y trabajaron junto al agua”, reflexiona Rodríguez Laguía. “Recuperar estos caminos es también una forma de recuperar nuestra identidad rural”.
La ruta completa, con mapas, perfiles, imágenes, vídeos y documentos descargables, puede consultarse en la web oficial sahona.caminosdeagua.es
Paco Auñón
Director y presentador del programa Hoy por Hoy Cuenca. Periodista y locutor conquense que ha desarrollado...
