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Red de cuidados para las mujeres de Cuenca que han sufrido violencia sexual

Centro de Atención Integral a Víctimas de Violencia Sexual de Cuenca: apoyo jurídico, social y psicológico

Cuenca teje una red de cuidado para las mujeres que han sufrido violencia sexual

Cuenca

La Avenida República Argentina queda atrás cuando se accede al edificio que durante décadas fue la Delegación de Educación y que hoy alberga un nuevo significado: la Casa de la Igualdad.

En la primera planta, un mural de la artista conquense Crisdose y el mensaje Cada vez que las mujeres se reúnen en círculos, el mundo florece un poco más, da la bienvenida a quienes llegan buscando apoyo, orientación y, sobre todo, seguridad.

Este espacio se ha convertido ya en uno de los puntos clave para comprender cómo Cuenca articula la atención a las mujeres, especialmente a las supervivientes de violencia sexual. Aquí se ubica el Centro de Atención Integral a Víctimas de Violencia Sexual, uno de los cinco que funcionan en Castilla-La Mancha.

La Casa de la Igualdad de Cuenca se inauguró por el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page (centro) el 10 de noviembre de 2025. / JCCM

“Que sepan que no están solas”

La delegada provincial de Igualdad, Ana Olmeda, explica que este edificio nace con una vocación clara: concentrar todos los recursos que la Junta de Comunidades ofrece en materia de igualdad y protección.

“Es un recurso puesto en marcha por la Consejería de Igualdad donde está ubicado el centro de atención integral a mujeres víctimas de violencia sexual. Queremos que sepan que estamos aquí para atenderlas, que no están solas”, afirma.

Entre esos recursos destacan los Centros de la Mujer, doce en la provincia y 87 en toda la región, que ofrecen atención jurídica, psicológica, social y laboral. También la conocida Línea 900 100 114, servicio telefónico atendido 24 horas por profesionales especializadas.

Olmeda avanza que la Casa de la Igualdad albergará próximamente este servicio telefónico de emergencia, así como los recursos de acogida para mujeres víctimas de violencia de género y sus hijos. “El objetivo es ubicar todos los recursos de igualdad en este edificio. Hay espacio y estamos en la primera fase de un proyecto ambicioso”, explica.

El Centro de Atención Integral atiende a mujeres que llegan en situaciones muy diversas. / Rodrigo

Puerta abierta en momentos críticos

El Centro de Atención Integral atiende a mujeres que llegan en situaciones muy diversas: desde quienes buscan orientación meses o incluso años después de la agresión, hasta quienes cruzan la puerta en plena crisis.

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La trabajadora social del centro, Rocío Urda, acompaña el proceso desde el primer momento: “Intentamos encauzar el proyecto de intervención de cada mujer: formación, empleo, acompañamiento en trámites o ayudas… Se trata de que vuelvan a encontrarse, de reconstruir lo que la violencia ha roto”.

Las mujeres llegan, en muchos casos, con su vida laboral y económica dañada. “La violencia sexual suele ir acompañada de violencia económica. Muchas han perdido su independencia. Uno de los objetivos es recuperar su estabilidad y su autonomía”, explica Urda.

“Cada una llega en su momento”

En el ámbito psicológico, la intervención la lidera Aira Ojalvo, psicóloga del centro. Sus palabras resumen la complejidad de este recurso: “Aquí pueden venir desde el minuto cero tras una agresión o después de 30 años. Cada una tiene su motivo, su momento, su detonante”.

Cuando una mujer llega inmediatamente después de la agresión, se activa una respuesta urgente: “Se hace una valoración inicial, una intervención en crisis y, si es necesario, un acompañamiento al hospital o a la Guardia Civil o Policía Nacional. Lo primero es garantizar su salud, recoger pruebas y asegurar que el proceso se haga con cuidado y protección”, señala Ojalvo.

También se valora si la mujer tiene un lugar seguro al que volver. Si no es así, el centro coordina un recurso de primera acogida, esencial en los casos donde la violencia procede del propio entorno familiar.

El acompañamiento psicológico puede prolongarse meses o años. De hecho: “Hay mujeres con las que llevo trabajando cinco años. Pero saben que aunque haya alta terapéutica, esta red permanece. Si vuelve a ocurrir algo, si hay una recaída o un proceso judicial, aquí seguimos”, asegura la psicóloga.

Un recurso que sigue creciendo

Solo en lo que va de año, 28 mujeres han sido atendidas en este centro de Cuenca. Detrás de cada cifra, una historia atravesada por la violencia, pero también por la resiliencia y el apoyo profesional.

La Casa de la Igualdad continúa consolidándose como un espacio seguro, cálido y preparado para sostener a quienes más lo necesitan. Un lugar donde cada mujer puede iniciar un camino de reparación, acompañada por equipos que trabajan coordinados, con rigor y con una convicción clara: que ninguna víctima vuelva a sentirse sola.

Paco Auñón

Director y presentador del programa Hoy por Hoy...