Los agricultores de Cuenca se suman a la moda del aceite de oliva verde
Tras su recogida, arranca una campaña de aceituna madura con buena calidad y precios aún inciertos
Cuenca se suma al aceite de oliva verde: así avanza la campaña de la aceituna
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Cuenca
La campaña de recogida de la aceituna en la provincia de Cuenca arranca con una tendencia clara que está cambiando el paisaje productivo del olivar conquense: el auge del aceite de oliva elaborado con aceitunas verdes, un producto más aromático y afrutado que cada vez conquista a más consumidores y al que se están sumando tanto pequeños productores como cooperativas de la Alcarria y otras comarcas.
A las puertas del invierno, la provincia se encuentra ya inmersa en la transición entre la aceituna verde y el inicio de la recogida de la aceituna madura.
Para conocer cómo avanza la campaña, en Hoy por Hoy Cuenca hemos hablado con Gerardo González Bello, responsable del sector del Olivar en ASAJA Cuenca y olivarero en Villalba del Rey. Sus impresiones dibujan una campaña marcada por el adelanto de la recolección, la buena calidad general del fruto y un interés creciente por el aceite verde.
Cata de aceite de oliva virgen extra. / SER Andalucía Centro
Cata de aceite de oliva virgen extra. / SER Andalucía Centro
El aceite verde llega para quedarse
La recolección temprana de aceituna verde, antes de que alcance su punto pleno de maduración, ya no es una rareza en Cuenca. Según Gerardo González, esta práctica “cada vez se está imponiendo más y se está demandando más”. Tradicionalmente, la aceituna verde se recogía después del 15 de noviembre, pero este año la campaña se adelantó y muchos agricultores la completaron ya a finales de octubre y primeros de noviembre.
El productor destaca que el aceite verde tiene “un olor especial, más afrutado y más fuerte”, lo que explica que “el gusto del consumidor vaya por ahí”. No se trata de una variedad de aceituna distinta: en Cuenca, sobre todo en la Alcarria, la protagonista es la variedad verdeja o verdial, autóctona de la zona. La diferencia está en el punto de maduración: aproximadamente un 70% de aceituna verde y un 30% negra para obtener ese perfil aromático tan característico.
Aunque parte de esa producción se destina al autoconsumo, cada vez más cooperativas y almazaras conquenses están comercializando aceite verde. “Sí, llevamos unos años yendo por ahí”, señala Gerardo. “Las cooperativas lo están ofreciendo y hay demanda”.
Cadena SER
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Una campaña adelantada
Tras finalizar la recolección temprana, los pequeños productores ya han comenzado a recoger la aceituna madura de forma manual, a la espera de que las máquinas puedan entrar con más eficacia. “Todavía hay árboles en los que la aceituna no cae bien y hay que evitar en la medida de lo posible los golpes para no dañar el olivo”, explica González.
La meteorología, como siempre, marcará el ritmo de las próximas semanas. Aun así, las condiciones de este año han sido mejor de lo esperado: “Una primavera muy lluviosa permitió que el olivo se recuperase tras un invierno seco”, destaca González.
Floración buena y cuajado aceptable
El verano y el inicio del otoño fueron muy cálidos y secos, pero sorprendentemente la mosca del olivo apenas ha aparecido, lo que contribuye a que la calidad sea muy alta.
En términos de cantidad, la campaña se presenta “un poco por encima de la media”, mejor que la del año pasado, aunque con la irregularidad habitual del olivar conquense: “Puedes tener un olivar con una producción muy aceptable y otro al lado que no”, recuerda González, señalando la influencia de la vecería.
Aceite de Oliva. / Bloomberg Creative
Aceite de Oliva. / Bloomberg Creative
Los precios, la gran incógnita
Pese a que los primeros agricultores ya han comenzado a entregar aceituna, aún no hay precios fijados en las cooperativas ni en las fábricas privadas. Todavía es pronto, y habrá que esperar a mediados o finales de noviembre, cuando los grandes productores empiecen con la recolección mecanizada.
La perspectiva que maneja ASAJA es clara: “Hace dos años, la aceituna llegó a pagarse a 1,20 €/kg, récord histórico”, detallan desde esta organización agraria. “El año pasado cayó a 0,60–0,65 €/kg, un nivel que apenas cubre costes. Para que el cultivo sea rentable, el precio debería situarse entre 0,80 y 0,90 €/kg”.
El aceite, por su parte, parece haberse recuperado algo y mantiene precios altos debido a la baja producción nacional de años recientes.
Un cultivo cada vez más cuidado
Gerardo González insiste en que el olivar sigue siendo “uno de los cultivos más rentables de la provincia”, pero la rentabilidad depende directamente de un precio mínimo estable y de la profesionalización del manejo. “El olivo es el árbol más agradecido que hay. Cualquier inversión que hagas, si el año es normal, la recuperas”, explica.
El sector observa cómo los agricultores aplican cada vez más tratamientos específicos, abonados y cuidados que mejoran la producción y la calidad del aceite. “Pero estos esfuerzos solo pueden sostenerse con precios razonables”, concluyen.
Paco Auñón
Director y presentador del programa Hoy por Hoy Cuenca. Periodista y locutor conquense que ha desarrollado...
