La Horra, un pueblo con futuro que no se resigna a desangrarse poblacionalmente
La localidad tiene futuro y trabajo gracias a sus once bodegas, pero no consigue que la gente se quede a residir
La Horra, un pueblo con futuro que se resigna a desangrarse poblacionalmente
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La Horra
Es la Meca de las bodegas. No hay más elaboradoras que habitantes, pero casi. Porque La Horra es tierra de bodegas, también de emprendimiento, y sobre todo de ejemplo por el medio rural. Con una localidad engalanada por Navidad -hasta las señales de tráfico-, Radio Aranda ha emitido un programa especial desde la localidad. Su alcalde en funciones, Pedro Ruiz, ha desgranado las actividades navideñas preparadas con mucho mimo, un año después de sustituir a Jesús Javier Asenjo, y tiene claro que no se volverá a presentar en las próximas elecciones: ser alcalde de un pueblo no es fácil.
La despoblación es un problema también hasta en una localidad como esta en la que hay once bodegas que dan "mucho trabajo". Y lo es porque "hacerse una casa nueva vale mucho dinero" para quedarse a residir allí, y "la Junta en esto la inversión que hace es mínima". Debería, apunta, "hacer viviendas en pueblos donde haya potencial de trabajo, como el nuestro". Mientras, entre las tareas y planes del consistorio, la idea es arreglar el polideportivo y alguna calle "que no es poco".
Trabajo y futuro en el medio rural
Nuria Chicón regenta una casa rural. Un negocio que asentó en La Horra "porque mi marido es de aquí", ríe, y porque "vimos la casa y nos enamoramos de ella". Ella viene y va de Roa. Puede conciliar para cuidar a su hija, y ve "muchas ventajas" de estar en el medio rural, aunque también inconvenientes. "Gasto mucho dinero en gasoil. La casa es grande y para calentarla no queda otra. Ahora por suerte hay turismo rural en Navidad, y es gente que de hecho viene todos los años", explica.
Jesús Asenjo, de Bodegas CERES -una de las once elaboradoras de la localidad-, revela por su parte que "siempre se han dado facilidades que en las grandes ciudades no hay, la administración es más cercana". Pero "hay servicios o prestaciones, eso sí, que cuestan más". Por ejemplo, encontrar trabajadores. "Si contratas a una persona aquí no tienes mano de obra y tienes que trasladarte a Aranda, y eso es dinero. Han sacado en Madrid el transporte o bono para gente trabajadora o estudiantes. Y aquí lo único que nos han hecho es subirnos la gasolina. Pero para esto y para ir al médico, ¿o no es verdad? Eso no debería ser así", defiende, afirmando que "cada vez cuesta más encontrar operarios para una bodega".
"Mantener todo 365 días al año cuesta, porque tú vas a la tiendecita y cuesta, al restaurante sí hace dinero en agosto pero en enero es complicado. Intentamos mantener todo, pero cuesta mucho", explica, respondiendo que lo que haría falta para relanzar ese potencial, es "incentivar con una discriminación fiscal positiva hacia los pueblos; el que está aquí en una tienda no puede tener los mismos impuestos que en pueblos grandes porque no tiene las mismas posibilidades". Pero cree "políticamente no se va a hacer".
Jesús y Nuria defienden que "hay que dar facilidades" para que se queden en los pueblos. En ello también redunda Héctor Ibáñez, gerente de ADRI Ribera del Duero, que ha participado también en la charla valorando la calidad de vida que se tiene en los pueblos y la necesidad de cambiar el chip, entendiendo que "tenemos más desarrollo, quejándonos, pero valorando los puntos a favor nos rodean".
El programa al completo puede reproducirse en el audio superior.