Los escenarios cotidianos de Alejandro Quincoces llegan a la sala Pedro Torrecilla de Burgos

Burgos

La sala Pedro Torrecilla de la Fundación Círculo ha comenzado su programación anual con uno de los mayores exponentes de la pintura nacional, el pintor vasco Alejandro Quincoces (Bilbao, 1951). Quincoces, un artista muy prolífico, ha expuesto en toda España y en gran cantidad de países europeos (Italia, Francia, Alemania, Suiza, Chequia, Austria, Bélgica) así como en Estados Unidos, Australia o China, tanto en exposiciones individuales como colectivas. Ha obtenido más de cien premios, entre ellos el Premio BMW, el Nacional de Artes Plásticas de Valdepeñas y el Premio de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Florencia.

Sus obras son interpretaciones de grandes ciudades, espacios industriales, puentes o grandes panorámicas, todo ello tratado con una cierta visión romántica y con una gran fuerza pictórica, donde su paleta no necesita de excesivo color para expresarse. Quincoces usa las luces nocturnas para iluminar la oscuridad de la noche en muchas de sus obras y utiliza técnicas como las veladuras o el frotado para conseguir un resultado que obliga al espectador a enfocar aquello que solo está matizado en su obra. El resultado final es un expresionismo abstracto que, aunque parezca una foto fija, hace que sus obras reflejen el movimiento, el transcurrir del tiempo y la actividad imparable.

El pintor bilbaíno se sirve de una poética compositiva y cromática que ofrece un resultado plástico muy sugerente y que puede recordar a autores como Turner o Jeremy Mann. Quincoces domina el dibujo y la perspectiva en la composición de sus cuadros ofreciendo al visitante "una visión amplia, a veces casi infinita, pero a la vez abarcable y reconocible".

En sus obras no aparecen las personas pero indirectamente son los protagonistas: LOS bulevares, calles, paradas de tren o autobús, edificios en construcción o fábricas, estarán en ese evocador amanecer llenos de gente. Unas pinturas en las que casi se percibe el ruido de los coches y del trajín de una ciudad enfrentándose a una nueva jornada o por el contrario, la soledad y la calma de la noche. Otro de los temas que expone son las catástrofes naturales, como un alegato a la responsabilidad común de cuidar el planeta.

Esta exposición está compuesta por cuadros de medio y gran formato y estará abierta al público desde el 26 de enero al 9 de abril en horario de martes a viernes de 18:00 a 21:00 horas. Sábados de 12:00 a 14:00 horas y domingos de 12:00 a 14:00 horas