Siempre nos quedarán....los Casablanca

Valladolid

En Valladolid estamos de cumpleaños. Los cinéfilos pucelanos soplan una vela, la que celebra que, doce meses después, un proyecto que sirvió para salvar de la desaparición a un espacio cultural de la ciudad siga adelante. En marzo de 2022, el director Arturo Dueñas decidió embarcarse en un proyecto que "todo el mundo me desaconsejaba".

Los cines Casablanca han sido, históricamente, el reducto del cine de autor a orillas del Pisuerga. O todo lo cerca que está el centro de la ciudad de la ribera del río El lugar en el que se encontraban películas que no tenían cabida en el circuito más comercial. Las propuestas que se salían del canal habitual de refrescos y palomitas. Aunque en los Casablanca tengan refrescos y máquina de palomitas. El realizador recuerda que escuchó en aquellos días en los que empezó a sopesar la idea de asumir la gestión de este negocio sus allegados le repetían una misma palabra: "inviable". Pese a todo, decidió asumir lo que ha definido como un "riesgo calculado".

En una entrevista en 'Hoy por Hoy Valladolid' ha explicado que "no se trataba de empezar de cero". Porque los Casablanca estaban cerrados, pero operativos, con la única necesidad de llevar a cabo "una limpieza profunda y una mano de pintura". Todo lo demás estaba dispuesto para volver a recibir a los espectadores.

Conociendo a las distribuidoras

Podría ser el título de uno de los documentales que rueda Arturo Dueñas, pero durante estos doce meses ha aprendido a "lidiar con la distribuidoras". Preguntado sobre si ha conseguido exhibir todos los títulos que tenía en mente, ha señalado que, en algunos casos, se ha topado con una "mentalidad contradictoria" a la hora de obtener las copias de determinadas películas.

En este sentido ha indicado que ahora ese mercado ya no tiene los condicionantes que había en el pasado, cuando duplicar las bobinas de 35 milímetros suponía un proceso "muy caro". Ahora, ha aclarado, las películas llegan en un disco duro "del tamaño de una billetera". O, directamente, a través de un enlace que permite a la sala descargar el archivo que luego es reproducido en las máquinas de proyección.

Pese a estos desencuentros, ha procurado que la programación haya sido variada, con títulos menos conocidos y otros de mayor tirón entre el público. Ahora, por ejemplo, mantiene en cartel 'As Bestas', de Rodrigo Sorogoyen y la última película de Steven Spielberg, 'Los Fabelman'. Y a eso hay que añadir los estrenos y sesiones que han contado con la presencia de autores que se han desplazado desde Madrid. Aquí, Dueñas ha resaltado que esa cercanía que procura el AVE es "un arma de doble filo" porque facilita la "fuga de talento" pero también permite a los directores e intérpretes "viajar a Valladolid en el mismo tiempo que tardan en acudir a una sala de cine a las afueras de Madrid".

Cuando la verja de los Casablanca cayó, el desánimo cundió entre los aficionados al séptimo arte. Cuando Dueñas apostó por reactivar los proyectores, a muchos les devolvieron algo más que dos salas con butacas y una pantalla blanca. Recuperamos un trozo de la historia de la ciudad.