Que Viva Suecia, Drexler, Vetusta y Sonorama Ribera
La noche del viernes en el festival arandino deja grandes actuaciones y más de 35.000 asistentes
Aranda de Duero
Se esperaba como agua de mayo, y ya que el tiempo no da lluvias, al menos el frescor de la música irrumpió con fuerza en los escenarios de Sonorama Ribera. Desde primera hora de la tarde con Leo Rizzi o unas eléctricas Ginebras ya aventuraban que este viernes no iba a ser uno más en el recinto del Picón. Y no lo fue. Porque vaya maravilla poder re-disfrutar de la música de Viva Suecia, que se dedicó durante casi una hora a hacer El Bien. Sus mejores temas levantaron hasta a los que estaban sentados en El Hormigón para estrenar la noche, que empujaría un artista en mayúsculas, Jorge Drexler.
Decía el bueno del uruguayo que no está acostumbrado a los festivales, que es "nuevo en esto". Cualquiera lo diría, porque cuando salió a las tablas Todo se Transformó. Su discografía resonó, y cada uno recibió lo que dio en el concierto. Más de 30 años en la música dan para mucho, pero tocar en un Sonorama Ribera es toda una experiencia que no puede perderse. Uno se pregunta dónde dejó los nervios que dijo tener por tocar en el festival.
Y si hay alguien que hace bello este evento son sus bandas históricas. Las que han crecido de la mano con el festival. Las que hacen erizarse el bello, quedarse boquiabierto, o explotar de emoción. De ello se encargó Vetusta Morla. Cualquiera de los más de 35.000 asistentes bien pudo disfrutar de una noche única, si no fuera porque este sábado hay más. Ya desde por la mañana en el Trigo, y con el plato fuerte nocturno -y seguido- del pasado y presente exitoso de Amaral y sus 25 años, con el futuro prometedor de Arde Bogotá. Solo es un aperitivo y la prueba de que hay mucho por disfrutar y vivir en el festival de nuestras vidas. Maldito Sonorama... cuánta dulzura la suya.
Jorge Alvarado
Periodista. Responsable Digital de la SER en...