Los problemas veraniegos para los pueblos de la Ribera del Duero
Con los alcaldes de Fuentespina y Milagros conocemos las necesidades y circunstancias que nacen en una época en la que el número de vecinos crece
Los problemas veraniegos para los pueblos de la Ribera del Duero
Aranda de Duero
Aún queda verano y actividad por delante, también en los pueblos, que tienen un brillo especial en estos meses. Este lunes nos hemos citado con dos alcaldes, María José Mato, de Fuentespina y Pedro Luis Miguel, de Milagros, para repasar algunas cuestiones -alegres y amargas- que conforman los veranos. Una de ellas son los veranos y actividades culturales. El de Milagros es de los más relevantes, "y sigue habiendo al pie del cañón, que sigue echando una mano", pero "no puede ser que la financiación que se nos aporte sea la misma que a municipios que no crean unos eventos como los nuestros". Al respecto, consideran clave potenciar el movimiento entre pueblos y la cultura en ellos con más apoyo institucional, porque al llegar a instancias superiores las puertas tienden a estar cerradas, aunque por contra, la colaboración entre municipios y alcaldes es muy positiva.
Episodios desagradables
Por otro lado, los dos ediles han explicado su pensamiento alrededor de los problemas que han surgido en los últimos veranos en las fiestas de muchos municipios en los que habitualmente gente de fuera ha protagonizado peleas o destrozos. Ambos alcaldes consideran indispensable "poner los hechos en conocimiento de la Guardia Civil" conscientes de que "no tenemos una guardia municipal que nos salve" y de que en algunas de las fiestas "se han protagonizado estos altercados tan tristes".
Otro de los problemas comunes de los pueblos en estas fechas son los residuos. Hay más cantidad, peores olores, pero no más contenedores, y algunos de ellos sin recogida habitual. "Respecto a residuos, plásticos, vidrios y demás es horrible, están los depósitos llenos y lo dejan fuera. Estamos hartos. En verano tienen que tener en cuenta que hay más gente. Tampoco te dan más contenedores por ratio de habitantes, y cuentan los censados, no los que vienen", asevera Mato, mientras Miguel comparte el enfado "porque tener dos meses sin recoger el vidrio es alucinante". "Hemos llamado 50 veces, y con la mancomunidad no hay problema, no les cabía más, se han ido y han vuelto, pero con ciertos residuos cuesta mucho", añade.
Por último, ambos ediles valoraban la problemática del aumento de servicios en cuestiones en las que puede ralentizarse o comprometerse el día a día de la localidad; es el caso de la sanidad.
La charla al completo puede reproducirse en el audio superior.