El Sorteo de la Lotería de Navidad 2023 consigna un 3,5 por ciento más de décimos para Valladolid

Valladolid

Ahora que, con el encendido de las luces a mediados de noviembre, parece que las celebraciones navideñas comienzan antes, muchas personas siguen considerando que el verdadero pistoletazo de salida de la Navidad suena cuando escuchamos el soniquete de los niños y niñas del Colegio de San Ildefonso. Es un sorteo de lotería, sí, pero, en el fondo, es mucho más. Es también un fenómeno social. Y hasta emocional. No hay estadísticas oficiales que lo avalen, pero la comprobación de nuestro entorno seguro que sirve como 'prueba del 9'. Hablamos de quienes habitualmente no participan de los juegos de azar pero que sí compran un décimo: el del trabajo, uno a medias con familia y amigos, o adquieren una participación en la carnicería del barrio, por ejemplo. La capilaridad del sorteo es absoluta.

Y luego está lo de la parte emocional. Porque estoy seguro de que cada cual tiene sus recuerdos asociados a este acontecimiento: un autobús escolar, con un montón de niños abrigados con chaquetones y bufandas camino del último día de clase con la radio de fondo. O la televisión del salón encendida, con la estufa puesta y las imágenes de los dos grandes bombos, las bolitas con los números y los premios y los alambres. Y claro, las estampas que dejan los agraciados reunidos frente a la administración de lotería o el bar de turno, con gorros, espumillones al cuello y una botella de champán -o varias- que se descorchan para festejar que la suerte -en forma de millones- ha llegado a sus vidas.

Durante unas horas, este país en el que no hay dos individuos que pidan el café de la misma manera, se pone de acuerdo en algo: mientras sigue la actividad cotidiana en oficinas, mercados y otros lugares de trabajo, un ojo -o un oído- están puestos en lo que sucede en Madrid. El año que viene, por cierto, el 22 de diciembre cae en sábado, por lo que esta rutina cambiará. Lo de fenómeno social y emocional lo ratifica la responsable de Loterías y Apuestas del Estado en Valladolid, Pilar Padilla. Lleva unos cuantos años al frente de esta responsabilidad. Y vive la víspera con "ilusión". Su trabajo comienza a primera hora. Los vehículos de la entidad están preparados para salir raudos en el caso de que una administración de la provincia reparta un premio importante. Y también a primera hora manejan las cifras definitivas de ventas. De momento, la consignación, es decir, el 'papel' enviado a los despachos se ha incrementado un 3,5 por ciento respecto al año pasado.

Las participaciones, un sistema muy asociado a esta cita con la fortuna, ha ido a menos porque en muchos casos, el número que se comparte utiliza aplicaciones como WhastApp para su distribución. Pese a todo, apunta Padilla, son muchos los colectivos que comunican a SELAE su intención de elaborar dichas participaciones.

Los loteros y su alegría compartida

Uno de los muchos elementos que marcan el Sorteo de Navidad es la felicidad de los loteros y loteras que despachan los principales premios, sobre todo el ansiado 'Gordo'. No sólo porque venderlo conlleva una consecuencia directa en forma de incremento de la actividad comercial para otras convocatorias con el azar, si no también por otro fenómeno de más difícil explicación racional. Emi del Caño, propietaria de la Administración 'La Preferida', situada en la calle Claudio Moyano de la capital vallisoletana explicaba en 'Hoy por Hoy Valladolid' cómo viven unas horas especialmente intensas.

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Del Caño es rotunda al afirmar que existe una "ilusión especial" al saber que los números agraciados, que el dinero que conlleva un premio importante supone "un cambio a mejor" en la vida de muchas personas. Explica, en este sentido, que la cantidad del 'Gordo' es la "justa" para, sin perder de vista las obligaciones diarias, poder "respirar con alivio" en el futuro inmediato de los afortunados.