Quién es Luis Argüello, el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal que pidió "no juzgar con ojos de hoy" los abusos sexuales de "hace 40 años"
Con la elección de Argüello como líder se confirma el giro conservador en la institución de los obispos
El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, ha sido elegido presidente de la Conferencia Episcopal Española, en sustitución del cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, que hasta ahora ostentaba el cargo. Argüello ha conseguido 48 votos en la primera votación, frente a los 32 cosechados por José Cobos, el candidato más próximo al Papa Francisco, que será vicepresidente de la institución religiosa.
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Con esta elección, se confirma un giro conservador en la Conferencia Episcopal, ya que Omella también era próximo a Bergoglio. De hecho, durante su mandato el Papa lo nombró miembro del Consejo de Cardenales, un órgano consultivo dentro de la Iglesia católica formado por un grupo permanente de cardenales que tiene como misión aconsejar al máximo responsable de la Iglesia.
Ligado a Valladolid durante toda su carrera
Nacido en 1953 en Meses de Campos (Palencia), Luis Argüello García ha desarrollado todo su ministerio sacerdotal y episcopal en la Archidiócesis de Valladolid. Realizó sus estudios primarios en el colegio de los Hermanos de La Salle, de la capital vallisoletana, y, luego, obtuvo la licenciatura en Derecho Civil en la Universidad de Valladolid. Posteriormente, cursó los estudios eclesiásticos en el centro de los PP. Agustinos en Valladolid.
Fue ordenado sacerdote el 27 de septiembre de 1986 para la archidiócesis de Valladolid, donde ha desempeñado los siguientes cargos: formador en el seminario diocesano de Valladolid (1986-1997); vicario episcopal de la ciudad y miembro del consejo episcopal, durante tres etapas: (1986-1997, 2003-2009 y 2010-2011).
Asimismo, Argüello fue delegado de Pastoral Vocacional (1997-2012); moderador de la capellanía del Monasterio de la 'Concepción del Carmen' (1997-2011); rector del seminario diocesano (1997-2011); y miembro electo de la Comisión Permanente del Consejo Presbiteral (2003-2008).
Hasta su nombramiento episcopal, fue vicario general y moderador de la Curia diocesana, desde 2011; miembro del colegio de consultores, desde 2000; miembro de la Comisión Permanente del Consejo Presbiteral, desde 2010; miembro del Consejo de Asuntos Económicos y del Consejo Episcopal, desde 2011; miembro de la Comisión Permanente del Consejo Pastoral, desde 2013, y miembro de la Comisión para el Diaconado Permanente, desde 2014.
El 14 de abril de 2016, el papa Francisco le nombró obispo auxiliar de la archidiócesis de Valladolid. Recibió la consagración episcopal el 3 de junio del mismo año. El viernes 17 de junio de 2022 fue nombrado arzobispo de Valladolid; y el 30 de julio, tomó posesión como nuevo arzobispo de la diócesis.
En la Conferencia Episcopal es miembro de la Comisión Permanente y, desde la Asamblea Plenaria de noviembre de 2022, es miembro de la Comisión Episcopal para el Clero y Seminarios. Desde esta misma fecha, es el responsable del Servicio de Pastoral Vocacional de la Conferencia Episcopal. También ha sido miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral y de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades (2017-2018).
Polémica por su opinión sobre los abusos en la Iglesia
Durante su etapa como arzobispo, el nombre de Argüello apareció en varios titulares de prensa por pedir "no juzgar con la mentalidad de hoy" los abusos sexuales cometidos en la Iglesia "hace 40 años". Fue durante la presentación del balance del Servicio de Atención a Víctimas de Abusos (SAVA), celebrada en septiembre de 2023.
En aquella rueda de prensa, Argüello mostró la disposición de la Iglesia a colaborar con la Fiscalía y el Defensor del Pueblo cada vez que se requiriese información respecto a abusos sexuales, si bien aclaró que ellos sólo habían tenido constancia de cinco casos en los últimos tres años y que "lo mismo hay menos casos de los que mediáticamente se dice". "Si resulta que nosotros rastreando todo esto [Fiscalía, redes sociales, despacho Cremades, medios de comunicación] hemos sido proactivos en la búsqueda del asunto, pero si no aparecen... lo mismo no hay tantos o hay cifra oculta, que no ocultada", afirmaba.
En ese mismo foro, lanzaba una reflexión sobre el "libertinaje" que, a su juicio, caracteriza a la sociedad actual: "Todos los asuntos en los que interviene la libertad humana son susceptibles de cualificación moral. También lo que tiene que ver con la sexualidad. Pero la formación ética y moral apenas existe entre nosotros y se piensa que la libertad es absoluta y que solo si a alguien se le pilla haciendo algo, entonces nos echamos las manos a la cabeza. Nuestra sociedad es moralmente libertina y puritana a la hora de abordar los asuntos".
"El tiempo moderno conoce la celeridad. Pensamos que el ritmo del corazón tiene el mismo ritmo que las máquinas. Los asuntos del corazón, la formación de la conciencia y la madurez afectiva sigue teniendo ritmos lentos; y es un desafío a la hora de la educación de la conciencia moral", añadía, poniendo el foco en la influencia de las nuevas tecnologías. Asimismo, se refirió a la "distinta configuración" de las familias actuales, formadas, en muchos casos, por hijos únicos y progenitores que "ven a sus padres poquísimo".