Manuel Arandilla, un emblema de Aranda lleno de vida
El poeta, filósofo, escritor y reconocido bibliotecario comparte sus reflexiones, su vitalidad, y su música en la SER
Manuel Arandilla, un emblema de Aranda lleno de vida
Aranda de Duero
Manuel Arandilla Navajo. Es una de las personalidades de la ciudad. Una figura clave en la cultura de Aranda. Poeta, filósofo, escritor, bibliotecario y ciudadano presente en las calles del centro, muchas veces en el banco. O mejor dicho, su banco. Un lugar de paso y parada obligada para muchos, que se disponen a charlar con él, de lo que sea. Porque con él se puede hablar de todo. También de su próximo libro. Pero antes, profundizamos en su recuerdo. "Porque forma parte de la vida, que es amor, algo que se ausenta a menudo", dice. "Nací en el segundo piso, en el número cinco, de una casa de la Plaza del Trigo que ya no existe. 'Carminiana, o estos son dos, o este es un monstruo', le decía la comadrona a mi madre. Y nosotros simplemente vivíamos, jugando. Ahora veo pasar desde el banco y converso, porque me gusta mucho. Pero hemos perdido la defensa de la vida. La vida es aquello que no se contabiliza, pero el capitalismo fue listo; explotar al ser humano con mano de obra y un salario que en absoluta corresponde con el esfuerzo", añade.
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Fue un adolescente "feliz". "Carrequemada era de barro, Una fiesta de casas bajitas. Jugando a la brisca y las cartas sus vecinos. Una maravilla de humanidad y cariño. Y yo era feliz. Íbamos a la vaquería, veíamos cómo se ordeñaba, y una vez lo intenté pero mi madre me dio un tortazo. Aprendí mucho con Conchi Romero, luego fui al instituto", expresa, antes de ahondar en la música y los muchos cantantes que escuchaban en los guateques o las bodegas, en unos ambientes "maravillosos". Hace un esfuerzo, pese a sus uñas largas dice, para interpretarla con guitarra.
Su amor y dedicación a la música
Habiendo tocado como estudiante o Paco Ibáñez, estuvo "a punto de colgar la carrera" y dedicarse profesionalmente a la música, "Me salió un viaje a Argentina, Chile y Uruguay. Y dije 'a qué has venido aquí Manolo, tranquilízate', y seguí estudiando sociología, pero combinándolo con la música y en una orquesta de Lovaina, además de en Aranda y la Ribera". Estudió físicas y sociología, algo en lo que "no hay contradicción" porque "es una misma lógica; lógica de la vida".
Literatura
"Hay una obra maravillosa de Hermann Broch, que es un gran escritor alemán, sobre el nazismo en Europa y lo que eso significa", indica Arandilla, que mucho sabe de libros por su gran labor en la biblioteca municipal. "Dejé toda mi vida con la filosofía de la lucha por la vida. Añoro los colegios que venían, a los niños, porque son lo más grande del mundo. Pero qué ocurre. Ellos traen la vida, y se les embota la mente con tópicos mundanos. En la escuela hay que trabajar recibiendo la vida que tienes en los pupitres, y mezclándola con la tuya, porque el proceso de occidente es un proceso continuo de arrasamiento", comenta, antes de desgranar su libro, Palabra de Vida.
Porque siempre nos quedará la vida. Y si alguien está lleno de vida, ese es Manuel Arandilla.
La charla al completo, en Hoy por Hoy Aranda con Valentín García y Ausencio Frutos, puede reproducirse en el audio superior.
Jorge Alvarado
Periodista. Responsable Digital de la SER en...