Francisco Gutiérrez, escultor de 'La Cibeles', homenajeado en San Vicente de Arévalo

Ávila

Francisco Gutiérrez (San Vicente de Arévalo, Ávila, 1724 - Madrid, 1782) tiene ya una escultura y una plaza en su localidad natal. El artista, que ha pasado a la posteridad, entre otras obras, por esculpir el conjunto de la fuente de La Cibeles, en la capital de España, ha recibido un homenaje de sus paisanos coincidiendo con el 300 aniversario de su nacimiento.

La escultura ha sido realizada en bronce por Emilio Velilla, con la técnica de la cera perdida. Un trabajo de cuatros años que "ha sido una gran responsabilidad", según su autor.

La Diputación Provincial ha aportado 30.000 euros para la realización de la escultura.

El alcalde de San Vicente de Arévalo, José Antonio López ha destacado que es un día "de mucha alegría" para la localidad.

Franscico Gutiérrez de Arribas

Según refleja Francisco José Portela Sandoval, en la página web de la Real Academia de la Historia, Francisco Gutiérrez, huérfano de padres desde muy joven, inició su dedicación a la escultura en Arévalo, comenzando a trabajar posiblemente con un ensamblador local hasta que llegó a Madrid hacia 1741, en donde fue discípulo de Luis Salvador Carmona y asistió a las clases de la Real Academia de Bellas Artes. Pensionado en 1746 para estudiar en Roma en la primera oposición de este tipo que convocó dicha Real Academia, en enero de 1747 viajó a la capital italiana y allí estudió con el lombardo Giovanni Battista Maini, residiendo algo más de una década en la Ciudad Eterna. Poco antes de regresar a España en octubre de 1758 contrajo matrimonio con una joven romana, Gertrudis Bertoni y Lambertini, que llegaría a ser creada académica de mérito de la Real de San Fernando en julio de 1772 por su habilidad en el dibujo. El 1 de abril de 1757 él mismo fue designado académico de mérito de la Real de Bellas Artes, de la que llegaría a ser teniente director de la Escultura en 1767.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Buen escultor en mármol y estuco, en 1763 hizo un adorno marmóreo para la sobrepuerta del salón de Alabarderos del Palacio Real de Madrid y, al año siguiente, dos pilas benditeras para la capilla del mismo edificio. En 1767 realizó en escayola unas cabezas de serafines y unas nubes para el altar del oratorio del Rey en Palacio; y hacia 1770 datará el ángel con guirnaldas que adorna el órgano de la capilla del Palacio Real. Suyas son la Piedad de la capilla de la Virgen de los Dolores en la catedral de Tarazona (Zaragoza) y unas imágenes de santo Tomás de Villanueva y san Juan de Sahagún para el Colegio de Anaya de Salamanca (c. 1770), la primera en paradero ignorado y la segunda, en el Hogar de Salamanca en Leganés (Madrid). En el altar mayor de la parroquia madrileña de Nuestra Señora de las Maravillas le corresponden las imágenes de san Elías y santa Teresa de Jesús (1770), de estuco. Suyo es el relieve de escayola —erróneamente atribuido a Felipe de Castro durante largo tiempo— con la Alegoría de la fundación de la Real Academia de Bellas Artes (1764; Academia de San Fernando, Madrid), que, en material definitivo, repitió en el sepulcro del rey Fernando VI que, bajo los auspicios de Carlos III, proyectara Francisco Sabatini en el crucero de la iglesia del monasterio madrileño de las Salesas Reales (hoy, parroquia de Santa Bárbara); influido por la plástica funeraria romana, muestra una acertada combinación de mármoles y bronces, presidido por una figura de Cronos sosteniendo un retrato del Monarca y, más abajo, unos niños llorosos con los atributos regios sobre el sarcófago, que está flanqueado por dos bellas alegorías marmóreas de la Paz y la Justicia. En torno a 1770 intervino en el ornato del friso de la cúpula de la iglesia del monasterio de la Encarnación en Madrid. También lo hizo en la basílica de San Francisco el Grande, conservándose en el coro parte de sus trabajos. Entre 1771 y 1772 decoró la capilla mayor del monasterio de San Pedro de Alcántara en Arenas de San Pedro (Ávila) con un gran relieve representando la gloria del santo franciscano, uno de cuyos modelos se conserva en la sacristía de la iglesia de la Enfermería de la V.O.T. en Madrid.

Entre 1773 y 1778 realizó las esculturas del lado este de la Puerta de Alcalá y también los adornos de la antigua Puerta de San Vicente, ambas en Madrid, así como un escudo con las armas reales para la fachada principal del palacio de El Pardo. El 27 de octubre de 1775 fue nombrado escultor de cámara con un sueldo anual de nueve mil reales. Entre 1780 y 1782 se ocupó de realizar la estatua de la diosa Cibeles con su carro en la famosa fuente madrileña. En 1781 trabajó las imágenes de santo Domingo de Guzmán y San Pedro de Alcántara para la capilla del Venerable Palafox o de la Inmaculada en la catedral de El Burgo de Osma (Soria). Parece ser de su mano buena parte de la Fuente de las Conchas, que había sido realizada para el palacio de Luis de Borbón en Boadilla del Monte y que, tras permanecer varios años en la posesión real de Vista Alegre en Carabanchel Bajo, ahora está situada en los jardines del Campo del Moro del Palacio Real de Madrid. También talló un Cristo para la desaparecida iglesia de la Inmaculada de Rodajos en la madrileña Casa de Campo.

Obras de ~: Piedad, catedral, Tarazona (Zaragoza); San Elías y Santa Teresa de Jesús, iglesia de las Maravillas, Madrid, 1770; Alegoría de la fundación de la Real Academia de Bellas Artes, Museo Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid, 1764; Sepulcro del rey Fernando VI, iglesia de Santa Bárbara, Madrid; Capilla mayor, monasterio de San Pedro de Alcántara, Arenas de San Pedro (Ávila), 1771-1772; Esculturas del lado este de la Puerta de Alcalá, Madrid; Adornos de la antigua Puerta de San Vicente, Madrid; Escudo con las armas reales para la fachada, palacio de El Pardo, Madrid; Santo Domingo de Guzmán y San Pedro de Alcántara, capilla Palafox de la catedral, El Burgo de Osma (Soria), 1781; La diosa Cibeles en su fuente, Madrid, 1782; Fuente de las Conchas en los jardines del Campo del Moro, Madrid.

Bibl.: F. A[bad], “Una obra inédita de Francisco Gutiérrez”, en Archivo Español de Arte, 76 (1946), págs. 343-344; A. M.ª Gimeno Pascual, “Francisco Sabatini y la reforma del Real Sitio de la Casa del Campo”, en Reales Sitios, n.º 77 (1983), págs. 12-13; M. L. Tárraga Baldó, “Esculturas y escultores en la Puerta de Alcalá”, en El arte en tiempo de Carlos III, Madrid, Alpuerto, 1989, págs. 267-276; F. J. Portela Sandoval, “Francisco Gutiérrez y el sepulcro del rey Fernando VI”, en Actas del Congreso “El Arte en las cortes europeas del siglo xviii”, Madrid, 1989, págs. 599-607; La escultura en tiempos de Carlos III, Madrid, Instituto de Estudios Madrileños, 1993, págs. 14-17; “La ornamentación escultórica en la arquitectura de Sabatini”, en VV. AA., Francisco Sabatini (1721-1797), catálogo de exposición, Madrid, Comunidad-Fundación Caja Madrid-Electa, 1993, págs. 181-195; L. Azcue Brea, La Escultura en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Catálogo y estudio, Madrid, RABASF, 1994, págs. 204-208; J. Nicolau Castro, “El boceto de Francisco Gutiérrez para su Gloria de San Pedro de Alcántara”, en Archivo Español de Arte, n.º 283 (1998), págs. 308-312; J. Urrea Fernández, “Noticias romanas del escultor español Francisco Gutiérrez (1723- 1782)”, en Antología di Belle Arti. Studi sul Settecento II, nuova serie, n.os 59-62 (2000), págs. 119-122; F. Vázquez García, El escultor Francisco Gutiérrez, Ávila, Caja de Ahorros, 2001.