Barrios de gente humilde y trabajadora
La firma de Jorge Bermejo

La firma de Jorge Bermejo "Barrios de gente humilde y trabajadora"
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Aranda de Duero
Siempre me ha sorprendido esa costumbre tan asentada en nuestro país de calificar ciertos barrios de las ciudades, (en todas las ciudades pasa esto), como “barrios humildes” o “barrios de gente trabajadora”, casi siempre refiriéndonos a zonas con rentas más bajas. Me pregunto por qué motivo usamos estos calificativos con tanta naturalidad, como si el resto de los barrios no tuviera gente humilde, ni trabajadora.
En esos barrios llamados “humildes” vive gente de todo tipo. Hay quien madruga para ganarse el sueldo honradamente, quien no trabaja, quien no da palo al agua ni quiere hacerlo, autónomos, empleados de todo tipo, personas mayores, jóvenes estudiantes y familias. Cierto es que habrá un porcentaje menor de empresas domiciliadas, pero es, en definitiva, una muestra bastante representativa de la sociedad: hay buena gente y gente menos buena, como en cualquier otro barrio.
Me parece injusto y un tanto hipócrita colocarles la etiqueta de “barrios trabajadores”, como si fuera un eufemismo bienintencionado pero condescendiente. ¿Significa eso que en resto de barrios no hay trabajadores? ¿Que allí todos son rentistas que viven rascándose la barriga a la sombra de una palmera? Es absurdo. El porcentaje de trabajadores por cuenta ajena no varía mucho entre los barrios de cualquier ciudad. Cambiará, eso sí, el tipo de ocupación, el nivel de renta, el precio del metro cuadrado, la cantidad de directivos, etc… pero trabajadores lo que se dice trabajadores hay en todas partes. Está claro que el termino Humildad, es un concepto subjetivo…
Hay autónomos tanto en esos barrios, como en otros que trabajan 12 horas diarias y la mayoría de las personas que tiene un trabajo por cuenta ajena trabaja sus 8 horas, que dicho sea de paso es lo mas saludable. Hay personas con cargos de responsabilidad, con muy buenos sueldos, que trabajan muchísimas horas porque en las empresas en las que trabajan, les meten mucha caña para sacar adelante los proyectos, que tendrán un muy buen sueldo, pero desde luego son personas muy trabajadoras. Además, salvo excepciones quien llega a puestos de responsabilidad es a base de trabajar mucho y generalmente de tener humildad. Pero parece que por vivir en un determinado barrio uno es más trabajador o humilde que otro.
Hay ejemplos de personas en este país que están podridas de dinero y que no dejan de ser personas humildes que ha conseguido un imperio trabajando mucho y saliendo continuamente de la zona de confort. Pero para eso tenemos que dejar los sesgos a un lado y ver el significado del diccionario: modesto, sencillo, llano, recatado. De la misma manera que hay personas de los barrios a los que me refiero que son lo contrario según el diccionario: soberbio, vanidoso, arrogante, altivo, altanero. En definitiva que en todos los barrios hay de todo, como en botica.
Reducir la riqueza en la personalidad de alguien a su nivel de ingresos o a la renta media de su barrio es tremendamente simplista.
Llamar “barrios humildes” o “barrios de trabajadores” a determinados lugares encierra la peligrosa idea de que el resto de la ciudad es rica, ociosa y privilegiada. Y no es cierto. Es hora de reflexionar sobre el lenguaje que usamos y las etiquetas con las que clasificamos a nuestros vecinos. Porque muchas veces, más que describir la realidad, la distorsionan.

Jorge Bermejo
CEO de Norteña.