Uno de cada cuatro incendios en Cataluña son intencionados

Barcelona

Según datos de Agents Rurals, el 2024 el 27% de los fuegos fueron intencionados. Es decir, que detrás había una motivación: hay quien arde por venganza, por intereses económicos... Y después están los fuegos que provocan los pirómanos. La proporción de intencionados repuntó algo en el 2024 porque en cifras absolutas hubo menos incendios que años anteriores, 436 en total. El dato que no varía: detrás de 9 de cada 10 fuegos, está la acción humana. Para ejemplificarlo, basta con ver qué ocurrió en el 2020, con la pandemia: en todo el año, no se llegó a los 300. Según datos aún de 2024, cuatro de cada 10 incendios fueron resultados de negligencias: colillas mal apagadas o barbacoas en espacios no autorizados. Sólo un 8% fueron por causas naturales, principalmente rayos.

En estos momentos, la lluvia ha mejorado la situación, pero el riesgo de tener una campaña de incendios intensa es aún posible. Desde el 15 de marzo además, está prohibido encender fuego a menos de 500 metros de terreno forestal sin autorización del Departament de Agricultura. Una medida que se alargará hasta el 15 de octubre.

Detrás de estos fuegos intencionados, en una pequeña proporción, se encuentran los pirómanos. Se trata de un perfil poco habitual, tal y como explican en esta entrevista el Aquí Catalunya el subinspector del cuerpo, Josep Vilalta, y que a menudo son reincidentes. "El pirómano sufre un trastorno mental", informa Antonio Andrés Pueyo, del Instituto de Psicología Forense, "obtiene placer de ver quemar, puede incluso reducir su ansiedad y como todo trastorno, se lleva por dentro. Los primeros síntomas aparecen de pequeños", añade. Al tratarse de un trastorno, al igual que los adictos, los pirómanos son conscientes de que lo que les ocurre "querdrían no tenerlo, pero son incapaces de superarlo solos". Las piromanías, afirma el experto, pueden curarse, especialmente si es una piromanía pura, que entonces con la edad irá a menos.

Uno de cada diez incendios no se sabe qué lo ha provocado

Desde 1986, Agentes Rurales investigan todos los incendios para esclarecer la causa. Una importante labor, según Vilalta, ya que permite mejorar la prevención. A partir de los 90 se importó el modelo de investigación científica norteamericana, lo que explica que el trabajo de los Agents Rurals se base en evidencias físicas: buscan evidencias que deja el fuego, los daños y el rastro de las llamas, y es a partir de ahí que van determinando el lugar donde comienza. El 90% de los fuegos termina resolviéndose qué lo ha provocado; dentro de esa proporción que queda fuera, el subinspector recuerda a uno: el de Santa Coloma de Queralt, que nunca se ha sabido el origen real del incendio del 2021, que quemó unas 5.000 hectáreas.