"Si cerráramos todas las fábricas textiles hoy, podríamos vestir a la población mundial hasta 2100": la receta de los expertos en gestión de residuos
Rosa García, directora de Rezero, detalla en SER Catalunya el impacto de la industria de la “fast fashion”
"Si tanquéssim totes les fàbriques tèxtils avui podríem vestir la població mundial fins al 2100": la recepta dels experts en gestió de residus
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Barcelona
La Unión Europea genera cada año 6,9 millones de toneladas de residuos textiles, de las cuales solo el 15 % —aproximadamente una tonelada— se recicla. En una entrevista en Aquí Catalunya, el presidente de Formació i Treball —una entidad sin ánimo de lucro que promueve la economía circular— ha aportado más datos. “Cada catalán consume unos 22 kg de ropa, pero solo recuperamos 2,5”, ha asegurado. Según ha explicado, en la entidad crean puestos de trabajo gracias a la recuperación de materiales textiles y obtienen rendimiento a través de tiendas de segunda mano.
Utilizan una tecnología llamada Fibersoft, que emplea inteligencia artificial para detectar la composición de la ropa. “La de menor calidad cuesta más de recuperar”, ha señalado Vidal, quien ha destacado que más de la mitad de la producción textil mundial es poliéster, un derivado del petróleo que resulta difícil de reciclar.
Por su parte, Rosa García, directora de Rezero, una fundación dedicada a la prevención de residuos y al consumo responsable, ha señalado que el problema principal es el exceso de producción. “Con todo el textil ya producido, si hoy cerráramos todas las fábricas, tendríamos suficiente material para vestir a toda la población mundial hasta el año 2100”, ha afirmado en SER Catalunya. Según García, a este escenario se suma el hecho de que los materiales utilizados son de mala calidad y no están diseñados ni para durar ni para facilitar su reciclaje.
Ambos expertos han apuntado al modelo económico actual como origen del problema. “La mayor responsabilidad recae en quien pone el producto en el mercado; es quien debe garantizar una correcta gestión”, ha argumentado la directora de Rezero. También ha defendido una nueva ley estatal que ampliaría la responsabilidad del productor, y cuya aprobación está prevista para los próximos meses. “Tenemos que pensar cómo es posible que yo pueda comprar una camiseta por dos euros”, ha reflexionado. Aunque no ha culpado directamente al consumidor, también considera necesario consumir menos y consumir mejor.
El viaje de los residuos textiles
El año pasado, tres periodistas de El País arrojaron 15 prendas de ropa en contenedores de recogida ubicados en distintas ciudades españolas. Cada prenda llevaba incorporado un AirTag, un dispositivo que permite rastrear su ubicación a distancia. Algunas de esas piezas recorrieron hasta 60.000 kilómetros en 11 meses antes de terminar en vertederos de África. “Estamos atacando solo el final del problema; hacemos leyes para separar los residuos textiles, pero el origen de todo está en el hiperconsumo”, ha explicado Beatriz Lekunberri, una de las autoras del reportaje.
