Albert Batlle: "Barcelona dispondrá del máximo de cámaras de videovigilancia a final de mandato"

Barcelona

Dos días después de que Barcelona presentara las cifras del descenso de la criminalidad en la ciudad, el responsable en la materia, el teniente de seguridad Albert Batlle, en una entrevista en el programa Aquí Catalunya, ha recordado que aún queda trabajo por hacer. Los números muestran cómo los delitos se han reducido casi un 9%, lo que constata que "hemos roto la curva ascendente". Ahora, desde el Ayuntamiento esperan consolidar esta tendencia con más coordinación entre los cuerpos policiales y los tribunales, y con un incremento de la vigilancia.

Implementación de cámaras de videovigilancia

El amplio despliegue de los Mossos d'Esquadra o de la Guardia Urbana son algunas de las medidas con las que se ha incidido en materia de vigilancia. Pero no solo eso. Ser Catalunya ya adelantó hace unos meses la intención del consistorio de desplegar 500 cámaras de videovigilancia por toda la ciudad para que los criminales se sientan "con ojos en la nuca" en todo momento. El teniente Batlle no ha especificado la cifra, pero ha confirmado que Barcelona contará con el máximo número de cámaras posibles "a final de mandato".

El procedimiento para instalarlas es lento y enrevesado, "con mucha burocracia". Primero es necesario que el consistorio reciba la autorización de la comisión de videovigilancia, y posteriormente, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) también debe dar su visto bueno. Más tarde, todas y cada una de las cámaras deben tener su expediente abierto. En definitiva, "un proceso muy garantista", decía Batlle, y es lógico. En juego está "materia de intimidad personal de la ciudadanía".

Durante la entrevista, el teniente ha asegurado que no contemplan introducir el reconocimiento facial en las cámaras. "En estos momentos no nos lo planteamos", ya que, además, a día de hoy se trata de una cuestión prohibida por la ley.

Asesinato en Consell de Cent

Sobre el asesinato, ocurrido el martes de la semana pasada en el centro de la ciudad, Batlle ha restado importancia al asunto. "No debemos extraer conclusiones, es un hecho que no debe crear alarma", y se ha remitido a las cifras: "durante el primer semestre de 2025 los números mejoran". Ha recordado que Barcelona es una ciudad con gran afluencia de gente, con más de quince millones de visitantes al año. Esto favorece la presencia de pequeños delitos, "un hecho común", considera el responsable del área de seguridad, en las grandes ciudades como la nuestra.

Además, ha destacado que ninguno de los implicados en el caso de Consell de Cent tenía raíces en la ciudad. "Barcelona no es refugio para los criminales, la policía siempre ofrece una respuesta inmediata cuando suceden este tipo de casos". "La droga", cree Batlle, es el vínculo relacional entre los grandes sucesos criminales que tienen lugar en la capital catalana. Por eso "debemos estar atentos a cómo evolucionan las redes de distribución de estupefacientes".

Las jeringuillas, otro problema a solucionar

Hace un par de veranos hubo un repunte de las jeringuillas recogidas en la ciudad. Concretamente en el barrio del Poble Sec, donde muchos vecinos alertaron a las autoridades de la presencia de estos elementos con los que la gente se droga. Batlle cree que "es otra de las tendencias a solucionar". E insiste en relacionar la presencia de sustancias ilegales con la criminalidad: "todo el crimen siempre tiene alguna relación con el tráfico de drogas".

Para detenerlo, todos los cuerpos policiales (Policía Nacional, Guardia Civil, Guardia Urbana y Mossos) gozan de una "buena coordinación". También se ha incidido en los lazos con la judicatura y la fiscalía. Batlle se siente satisfecho con los resultados, también con los del "Plan Kanpai", de los Mossos contra la multirreincidencia.

Y sobre la policía catalana, el teniente también ha tenido tiempo para referirse a las palabras de Ione Belarra, secretaria general de Podemos, quien hace unos días, afirmó que los "Mossos harían batidas racistas" si Cataluña tuviera competencias en inmigración. Batlle ha dicho que son "palabras inaceptables viniendo de una responsable política, totalmente falsas".