Jordi Coronas (ERC), sobre las vejaciones a Greta Thunberg: "Le sacaron una foto con la bandera de Israel en un acto esperpéntico de chulería"

No hace ni 24 horas que el concejal de ERC en Barcelona Jordi Coronas está en casa. Junto con la exalcaldesa Ada Colau y una veintena de activistas han llegado después de ser detenidos en Israel por haber formado parte de la flotilla humanitaria hacia Gaza. En algún momento, dice Coronas en esta entrevista en Aquí Catalunya, ha temido “por mi integridad física en algunos momentos, pero cuando lo vives lo procesas diferente, reduces la intensidad de las situaciones de violencia”. Preguntado por si ha sido víctima de maltrato físico, menciona que “no, más allá de las seis horas sentados en el suelo con las manos atadas con bridas”. Coronas asegura que el maltrato ha sido psicológico y generalizado, “no nos han dejado dormir y ha habido actuaciones violentas en algunas celdas. Nos han negado comida en varias ocasiones, un activista diabético ha estado cuatro días sin acceso a la insulina, y cuando pedíamos ver a médicos, la respuesta era que los médicos son para las personas y no para los animales”.

El concejal estaba muy cerca de Greta Thunberg cuando los agentes hebreos colocaron una especie de carrito portamaletas con una bandera de Israel, y la hicieron sentarse debajo porque tenía que venir el ministro de Defensa “a hacerse la foto y a burlarse de todos, en un acto de chulería como no había visto nunca en política”. Pero Thunberg, explica Coronas, “demostró lo que es la dignidad en una situación así”. En un caso como el que vivió, “no puedes oponerte, porque estás en minoría, pero Greta mantuvo una posición de dignidad de una manera que no conocía, me quito el sombrero”.

Insiste en la idea que han defendido los activistas desde que emprendieron esta misión de abrir un corredor humanitario hacia Gaza: “Nosotros hemos ido a hacer lo que los gobiernos no están haciendo”. Conscientes de que era muy difícil tocar tierra en Gaza (se quedaron a 60 millas), celebra que gracias al viaje “se ha hablado de genocidio, lo hemos puesto sobre la mesa durante todas estas semanas”. Recuerda también cómo fue el momento de ver las imágenes de las multitudinarias manifestaciones que este fin de semana han tenido lugar en varias ciudades del país, en apoyo a la población palestina.

Sobre los documentos de deportación, custodia y aceptación de responsabilidad que les pusieron sobre la mesa el primer día, explica que en el centro de detención del puerto él firmó voluntariamente la deportación: “Me siento más útil aquí que encerrado e incomunicado”. La mitad de las personas firmaron. Pero hay un documento concreto que les presentaron cuando bajaron del autobús de reclusos, que menciona Coronas: "Pasaron unos documentos en los que se decía que admitíamos ser los capitanes de las embarcaciones, que habíamos entrado ilegalmente en Israel y aceptábamos que se quedaran los barcos. Nos negamos a firmar este documento. Y fue entonces cuando los policías cogieron los papeles, cerraron la puerta, y los firmaron imitando nuestras firmas delante de nuestras narices”. Estos hechos, añade, "demuestran que todos los que dicen que Israel es la única democracia en Oriente Próximo quizá deberían revisarlo, porque en una democracia esto no pasa”.

Preguntado por sus sensaciones, cree que los activistas son "un grano en el culo", y que de haber sido palestino, "ya estaría muerto".