Ayuso ya tiene su PP. Ahora toca gobernar

No lo busquen. No van a encontrar en los videos e intervenciones del 17 Congreso del PP ni un solo frame en el que se cuele Pablo Casado. En esas grabaciones épicas que se proyectan en estas citas, aparecen Cifuentes, Aguirre, los logros de Ayuso, una corrida toros, miembros de los servicios de emergencias... Salvo la fugaz mención a Casado que hizo el sábado la secretaria general saliente, Ana Camins, aquí de Casado no queda ni el recuerdo. Ayuso pasa página, se agarra a una memoria selectiva y emprende con una renovación total en la dirección, una etapa clave. A menos de un año de las Elecciones Autonómicas y Municipales, Ayuso sale de aqui reforzada. Sin que las investigaciones en curso sobre el caso mascarillas le hayan causado daño interno alguno y con un mensaje de unidad -no sabemos si por convicción o por necesidad- con José Luis Martínez Almeida y su equipo. El tiempo dirá si esa integración es solo puro postureo y si realmente existe una voluntad real de acabar con los navajazos. Almeida sale vivo o mejor dicho, Ayuso salva a Almeida que ahora tendrá que trabajar la reconstrucción de una confianza que se perdió con la crisis del supuesto espionaje. «Madrid es la suma de todos» decía en su discurso el nuevo presidente del PP. Feijóo avala a Ayuso y Ayuso tendrá un papel clave en el camino que los populares quieren emprender hacia Moncloa. Hoy vemos abrazos y besos. Elogios hacia Ayuso y Madrid en una especie de luna de miel que, en el caso de Madrid puede durar lo justo. Que se lo pregunten a Rajoy y a Esperanza Aguirre. O que se lo digan a Pablo Casado o Teodoro García Egea. Alfonso Rueda, nuevo presidente de la Xunta, apelaba ayer a la responsabilidad institucional y a la construcción de acuerdos. La aparente moderación de Feijóo y su gente puede colisionar con el perfil pandillero y callejero de Ayuso. Perfil contenido ahora que se ha resuelto la crisis a favor de Ayuso. Ella y Feijóo deben demostrar si los intereses del partido están por encima de los personales. ¿Los egos harán descarrilar el tren? Madrid no lo pondrá tan fácil como otros territorios. Feijóo sabe que necesita a Madrid y tampoco lo ha ocultado este sábado. Las encuestas soplan a favor de Ayuso. La victoria del 4M sigue siendo el aval con el que el PP de Madrid se presenta en público. Un resultado de unas elecciones, sí. Ayuso pidió este congreso por ese resultado y ha reivindicado ese respaldo siempre que ha podido. Se supone que un candidato debe exhibir gestión pero el portfolio de Ayuso es el 4M, cuyo efecto no será permanente. Limitarlo todo a ganar elecciones y preparar un partido solo para ganar unos comicios es un error. Es probable que la maquinaria electoral del PP de Madrid sea la más optimizada pero la izquierda, a rebufo siempre de sus gracietas, debe recordarle al electorado que se ganan elecciones para gestionar y probablemente esta legislatura arroje los resultados más pobres que recuerden los madrileños: en la región y en la capital. En lo interno está claro que el PP ha hecho un esfuerzo por reconstruirse en tiempo récord tras un tornado sin precedentes. Ahora, Madrid espera que ese partido gestione una región con muchos problemas pendientes, que agudizan día a día las desigualdades y que, por muy tabernario y callejero que se sienta, el PP no siempre ha tenido en sus prioridades. Ayuso ya tiene su PP. Ha ganado esta partida. Ahora sería bueno que se centraran en gobernar.

Ayuso ya tiene su PP. Ahora toca gobernar

La nueva presidenta se hace con el control del PP madrileño sin excluir a Almeida. Ayuso pone en marcha la maquinaria electoral del 23 y se reivindica como pieza clave del proyecto de Feijóo

Javier Casal

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