Dólmenes y pinturas rupestres: la arqueología que encontramos en la Sierra de Madrid
Dólmenes, abrigos rocosos con pinturas rupestres increíbles, calzadas romanas, extrañas necrópolis con sarcófagos de piedra. Parece que estamos hablando de algún misterioso lugar de Europa, pero no, es la comunidad de Madrid. En concreto la sierra noroeste, a donde vamos a viajar esta semana en Hoy por Hoy Madrid
Dólmenes y pinturas rupestres: la arqueología que encontramos en la Sierra de Madrid
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Madrid
Lugares de interés arqueológico de la sierra noroeste de Madrid es el título del libro del ingeniero Antonio Asenjo que acaba de ver la luz. El libro nace como una sencilla inquietud por aglutinar los lugares más interesantes de la sierra noroeste con la muy noble idea de servir de guía para todos aquellos que sientan un interés por conocer qué son esas “piedras rotas” que aparecen en el camino cuando se hacen rutas de senderismo por la sierra madrileña.
El libro nos acerca de forma muy amena y con numerosos datos de interés la historia de esos emplazamientos arqueológicos, cómo llegar a ellos, el valor que tienen y toda clase de informaciones que necesitemos para poder sacarlos el mayor jugo.
Dólmenes y romanos
Uno de los lugares más emblemáticos es el dolmen de Entretérminos del que por desgracia, literal, no queda nada. La reutilización de los ortostatos durante la guerra incivil para hacer fortificaciones ha hecho que lamentablemente hoy solamente podamos ver una sencilla lápida señalándonos el sitio en donde estuvo el dolmen hasta la década de 1930. Los materiales arqueológicos que allí aparecieron por suerte los podemos ver en el Museo Arqueológico Regional, en Alcalá de Henares.
Sin embargo, si nos centramos en la prehistoria, por ejemplo, el abrigo rocoso de Los Aljibes cuenta con las mejores pinturas rupestres de la Comunidad de Madrid. Disfrutar de las casi 25 figuras humanas, hombres y mujeres, que “danzan” en su pared oriental, es toda una delicia y una suerte de viaje en el tiempo y en el espacio al momento que fuimos en Madrid hace casi 4.000 años.