Sociedad

"Si te gusta demasiado la comida, échale jabón para que te dé asco": la apología de la anorexia y la bulimia se multiplica en Internet

Una de las peores caras de este fenómeno son los grupos de WhatsApp en los que se anima a las participantes a seguir con esas conductas

Fragmento de un chat de WhatsApp en el que se hace apología de la anorexia y la bulimia / Cadena SER

Madrid

"Gente, una pregunta: ¿qué hago para estar tres días ingresada en el hospital?". Preguntas como esta son más que habituales entre los participantes de unos grupos de WhatsApp en los que personas que padecen anorexia o bulimia se aconsejan y se dan apoyo. El problema es que su intención no es superarlo y recuperarse, sino reafirmarse en que lo que hacen es algo positivo. Es la cara más oculta de la apología de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) en Internet y en redes sociales; un fenómeno que, aunque no es nuevo, ha sabido adaptarse la aparición de nuevas redes y plataformas.

El Hospital Clínic de Barcelona define los TCA como "enfermedades mentales graves que se relacionan con una conducta alterada respecto a los hábitos alimentarios, lo que se traduce en comportamientos que van desde comer de manera descontrolada hasta la falta de ingesta de comida". Al problema que supone para miles de adolescentes y jóvenes, principalmente, trastornos como la anorexia y la bulimia, se une la apología de ellos, que se ha multiplicado en los últimos años.

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La Asociación Contra la Anorexia y la Bulimia explica que existen "páginas web en las que se presentan la anorexia y la bulimia no como enfermedades mentales, sino como «estilos de vida». La anorexia y la bulimia son llamadas como si se tratara de dos chicas amigas, Ana (Anorexia) y Mia (Bulimia)". Cadena SER ha investigado más de quince blogs, cuentas de Twitter, perfiles de Instagram y grupos de WhatsApp en los que se comparten consejos para adelgazar, instrucciones para vomitar o métodos para sentirse mal y empeorar la relación con la comida.

Aunque el formato cambia dependiendo de la plataforma, los contenidos son similares. Y es que la mayoría de estas recomendaciones se extraen de documentos que recopilan consejos, productos para adelgazar o laxantes de venta libre, o dietas imposibles en las que se ingieren apenas 100 calorías al día (el equivalente a dos manzanas, por ejemplo). Cadena SER ha tenido acceso a uno de estos documentos en los que se exponen normas como estas:

"Consejos" del documento central de los grupos proANA y proMIA / Cadena SER

Una de las peores caras de este fenómeno es la proliferación de grupos de WhatsApp. En ellos, centenares de personas -en el grupo en el que nos hemos infiltrado hay más de 350 participantes- con anorexia o bulimia comparten sus experiencias, sus dudas o se animan a seguir perseverando en esas insalubres conductas.

Entrar en estos grupos es, normalmente, sencillo, pero hay que realizar unas "pruebas de acceso" que pueden ir desde rellenar un formulario como el que aparece en la siguiente captura de pantalla -en el que tienes que especificar tu peso actual, el ideal y si padeces anorexia o bulimia- hasta un complejo sistema de identificación en el que se exige una fotografía con un código individual de identificación, una videollamada o incluso compartir tu geolocalización.

Requisitos y cuestionario de acceso a grupos de Whatsapp en los que se hace apología de la anorexia y la bulimia / Cadena SER

Una vez dentro, las participantes -la inmensa mayoría son mujeres- comparten sus dudas y distintos consejos, dietas extremas (ayunos de 23 horas seguidas o ingesta de una manzana y un yogur como toda comida)... Por ejemplo, una de ellas escribió: "Gente, una pregunta: ¿qué hago para estar tres días ingresada en el hospital?". La respuesta de otra participante fue "podrías romperte una pierna o cortarte las venas".

En otra ocasión, tras debatir varias chicas sobre los mejores métodos para provocar el vómito, una de ellas cuestionó estas prácticas: "¿Tan poco os queréis que le hacéis eso a vuestros cuerpos?". Varias participantes salieron en tromba a contestar que sí y a criticar esta pregunta. El parecer general del grupo se puede resumir en la reflexión de una de ellas: "Esto es un chat de apoyo, no critiquemos los métodos de los demás. Aquí no vemos lo que está bien o mal, solo seguimos nuestras metas. Si ella quiere ingresarse tres días, está bien, no pasa nada".

Una de las consecuencias más inquietantes es que, desde algunos blogs y en los propios chats, se llega a personalizar a las enfermedades: "Vivir con Ana [anorexia] y Mia [bulimia] siempre ha sido difícil. Las he traicionado, pero sé que me perdonarán y siempre estarán aquí para mí".

Fragmentos de chats de WhatsApp en los que se hace apología de los TCA / Cadena SER

"La información está muy accesible: hay entradas de wikiHow que te enseñan cómo vomitar"

"Yo llegué a buscar en Internet qué tenía que hacer para vomitar o qué producto tóxico tenía que consumir para que me hicieran un lavado de estómago en el hospital". El testimonio de Íñigo (22 años) es un ejemplo de cómo las redes sociales e Internet influyen de forma muy negativa en aquellos pacientes que sufren un trastorno de la conducta alimentaria (TCA) o que se encuentran en recuperación. Y es que esa información está al alcance de cualquiera. Con una simple búsqueda, encontramos media docena de entradas en la web wikiHow que enseñan a provocar el vómito.

"Comencé a tener síntomas de anorexia un año antes de la pandemia. Cuando llegó el confinamiento me obsesioné con el ejercicio, con reducir la ingesta de calorías... Llegó un punto de no retorno y, afortunadamente, me pude poner en manos de profesionales", cuenta Iñigo. Se tuvo que quitar algunas redes sociales, ya que el contenido que podían compartir algunos de los perfiles era muy perjudicial para su recuperación: "suelen ser brazos muy delgados, piernas ultradelgadas, normalmente en ropa interior... En las chicas, costillas supermarcadas, las clavículas igual y el thigh gap, que es el espacio entre los muslos".

Iñigo cuenta también que su Instagram llegó a estar dividido en dos tipos de contenido: "la mitad eran fotos de chicos delgados y la otra mitad eran recetas con pocas calorías", asegura este joven. Uno de los problemas está en el algoritmo, ya que si buscas recetas o publicaciones de modelos, la aplicación te va a continuar bombardeando con más contenido similar.

Muchas cuentas, concluye, "normalizan la anorexia". "Con la llegada de TikTok, es habitual ver contenidos de 'me gustan los chicos muy delgados, con la cara famélica' y eso no es normal ni es sano"

Adrián del Pozo

Adrián del Pozo

Periodista de informativos en los fines de semana. He pasado por la sección de Sociedad y por las radios...

 
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