Los ayuntamientos del sur de Madrid prepararán este año las ZBE que deben empezar a funcionar en 18 meses
Los municipios de más de 50.000 habitantes tendrán que elaborar su proyecto de implantación de zona de bajas emisiones. Andrés de las Alas, Coordinador de Desarrollo Urbanístico Sostenible de Fuenlabrada explica en qué consiste y cuándo se aplicará
Andrés de las Alas, Coordinador General del Área de Desarrollo Urbanístico de Fuenlabrada, explica cómo se aplicará la zona de bajas emisiones en la ciudad.
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Fuenlabrada
Según La Ley de Cambio Climático y Transición Energética el 1 de enero de 2023 todos los municipios españoles de más de 50.000 habitantes tenían que aplicar zonas de bajas emisiones (ZBE) en sus territorios, lo que significa aplicar determinadas restricciones en la circulación de vehículos, generalmente por la zona centro de las localidades, dirigidas a cuidar la calidad del aire. Sin embargo, un decreto del 27 de diciembre del Gobierno de España ha establecido una moratoria de 18 meses para empezar a aplicar esta ZBE, lo que hace que, con toda probabilidad será a lo largo de 2024 cuando comiencen a funcionar, según ha contado a SER Madrid Sur, Andrés de las Alas, Coordinador General del Área de Desarrollo Urbanístico de Fuenlabrada.
“Desde la Federación Española de Municipios y Provincias se solicitó al Gobierno que definiera mejor qué se entendía por ZBE y de ahí salió el decreto del 27 de diciembre”, asegura. La intención es establecer una estrategia común, aunque dando libertad a que cada Ayuntamiento, en función de su situación, regule cómo será su zona de bajas emisiones. “No es lo mismo la contaminación que tienen grandes ciudades, que la de otras más pequeñas y con menos flujo de tráfico”, precisa, por eso cada Consistorio tendrá que establecer una regulación local que determinará el funcionamiento específico de estas zonas.
ZBE en Fuenlabrada
Para ello se ha establecido un plazo de 18 meses, desde este mes, para que cada ayuntamiento elabore un proyecto de implantación de la ZBE, revisable a tres años, se haga un diagnóstico de problemas de calidad del aire y se establezcan medidas. Según Andrés de las Alas, es previsible que en otoño de este año el Ayuntamiento fuenlabreño empiece a realizar campañas informativas y comiencen a verse las primeras señalizaciones. Ya en 2024 se instalarían los controles de acceso a la zona para que antes del verano esté en funcionamiento.
En Fuenlabrada, la intención es que la ZBE restrinja el paso de vehículos de etiqueta A o sin etiqueta, pero sólo durante los “días donde se produzcan picos de contaminación atmosférica”. Esto irá acompañado de una reorganización del tráfico en la ciudad, para que los coches no pasen necesariamente por el centro, sino que vayan por vías de circunvalación de esta zona y otras calles aledañas, además de algo que ya se viene haciendo, como es apostar por una movilidad más sostenible, potenciando la movilidad peatonal y de ciclistas. “Según un estudio, el 75% de los coches que pasan por la calle Leganés no se dirigen al centro de Fuenlabrada, por lo que perfectamente podrían circular por otras vías”, dice.
La zona de bajas emisiones fuenlabreña se aplicará al Distrito Centro, por el norte limitando con calle Málaga, por el sur con las calles Extremadura, al oeste con las vías del tren y al este con la calle Miguel de Unamuno. Fuenlabrada tiene parte del trabajo hecho porque ya ha elaborado un borrador de ordenanza que “ahora está en exposición pública, para alegaciones e información general”. Una normativa “no muy restrictiva porque está vinculada a los picos de contaminación atmosférica”.
En Getafe se viene trabajando en varias direcciones desde 2020, por un lado con un Plan de Calidad del Aire, ya terminado, y por otro en la línea de crear una zona de bajas emisiones de tráfico para que pueda cerrarse a determinados vehículos y crear otra donde sólo accederían los no contaminantes, cuando se superen los límites establecidos, según contaba el concejal de Sostenibilidad, Ángel Muñoz.
Otra de las grandes ciudades del sur de Madrid, como Leganés, también lleva tiempo trabajando sobre una propuesta para crear zonas de acceso restringido a diferentes partes de la ciudad, dando prioridad al transporte no contaminante, como la bicicleta o los vehículos no monitorizados.