David Guerrero, autor de ‘Corres como una niña’: “No hay que pedir que los futbolistas gais sean valientes, hay que transformar el deporte para que no tengan que hacer un acto heroico”

Getafe

El centrocampista checo del Getafe CF Jakub Jankto, ahora cedido en el Sparta Praga, se ha convertido en protagonista internacional del mundo del deporte tras anunciar públicamente su homosexualidad en redes sociales. “Yo también quiero vivir mi vida en libertad. Sin miedos. Sin prejuicios. Sin violencia. Pero con amor. Soy homosexual y ya no quiero esconderme”, aseguraba.

Jankto ha sido uno de los pocos futbolistas de élite que hasta el momento se han atrevido a dar este paso públicamente. El australiano Josh Cavallo lo hizo en octubre de 2021, pero el pionero fue el inglés Justin Fashanu en 1990. “Tras la presión social, juicio público, el rechazo de los clubes y una carrera rota, terminó suicidándose”, recuerda David Guerrero, periodista de la Cadena SER, presidente de la asociación ‘Deporte y Diversidad’ y autor del libro ‘Corres como una niña’ con el que hemos charlado en Hoy por Hoy Madrid Sur. De hecho el Día contra la LGTIfobia en el deporte se celebra en honor de Fashanu cada 19 de febrero.

“Es una buena noticia, pero queda muchísimo”, reconoce Guerrero. El antecedente de Fashanu sigue estando “en la cabeza de los futbolistas que no hablan de ello, que no explicitan su situación”. En el caso de España el fútbol es el deporte con más fichas federativas, pero sin embargo ningún futbolista de élite ha salido aún del armario. “No hay que pedir que los jugadores gais que se esconden sean valientes, hay que transformar el fútbol y el deporte para que no tengan que hacer un acto heroico”, y añade, “el deporte es el espacio más machista y misógino de la sociedad” y esto deriva también en discriminación al colectivo LGTBI+ por la concepción errónea de la testosterona y la capacidad competitiva.

David Guerrero también reivindica que se ponga en marcha “un régimen sancionador para los insultos lgtbifóbicos en los campos de juego”, similar al que existe con los insultos racistas, para proteger a los deportistas que se decidan a dar este mismo paso a largo plazo. “Decir maricón en un campo de fútbol sale gratis, y si lo sumamos a que llevamos competiciones a Arabia Saudí o Qatar donde las personas homosexuales estamos castigados con pena de muerte, ¿qué estamos haciendo con el deporte? La profesionalización del fútbol ha llevado a la mercantilización y discriminación completa todo el tiempo”, finaliza.