La cocina y el fútbol como instrumentos para la integración y la convivencia

Madrid

Los menores migrantes que llegan a España, lo hacen cargados de ilusiones y esperanzas en busca de un futuro y una nueva vida. Aunque algunos no lo consiguen, otros logran abrirse camino gracias a algunas manos amigas que ponen de su parte para que alcancen esas metas, y que el trayecto concluya con una historia de éxito.

Una de esas manos amigas es la Fundación Raíces, que creó, hace 13 años 'Cocina Conciencia', un proyecto en el que cocineros y chefs de reconocido prestigio contratan y forman para sus restaurantes a jóvenes atendidos por la organización. Más de doscientas empresas han ofrecido una oportunidad de vida a más de cuatrocientos jóvenes, que fueron tutelados y que, al cumplir la mayoría de edad quedaban en la calle sin ninguna oportunidad de futuro.

Formación y empleo

La Fundación pide a las empresas colaboradoras que formen a estos jóvenes desde un contrato de trabajo. El resultado ha sido tan positivo, que Raíces ha ampliado el campo hace unos meses, y ya no lo circunscribe sólo a la cocina, sino a otras profesiones, como la construcción, la peluquería, la jardinería, la logística o el comercio. Lourdes Reyzábal ha recordado, en Hoy por Hoy Madrid, que el reto es mayor, porque muchos de estos campos requieren formación previa.

En la cocina, uno de los chefs colaboradores es Javier Muñoz-Calero que, además, ha colaborado con la Fundación Raíces creando una escuela en la que se instruye a estos jóvenes con las nociones básicas antes de que empiecen a trabajar en un restaurante. En Hoy por Hoy Madrid, Muñoz-Calero ha asegurado que la experiencia es muy bonita, con la que se les da una oportunidad y una formación, además remunerada, que les permitirá trabajar en cualquier lugar del mundo gracias a sus conocimientos de idiomas.

Deporte y conciencia de barrio

No sólo la cocina funciona como elemento integrador de jóvenes de distintas nacionalidades. El deporte, y en concreto el fútbol, también lo hace, con un ejemplo muy destacado en Madrid: los Dragones de Lavapiés. Son jóvenes de más de cincuenta países que hacen del fútbol un elemento integrador, en un barrio que cuenta con una gran diversidad cultural. La presidenta del club, Dolores Galindo, señalaba, en Hoy por Hoy Madrid, que han conseguido mostrar la esencia de Lavapiés.

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Los Dragones llevan a cabo una auténtica labor social, ya no sólo por la integración y la igualdad, sino también por la cohesión del propio barrio. Les costó crear un equipo femenino, pero todo fue rodado después de que las madres que acompañaban a sus hijos a los entrenamientos, decidieran ponerse la camiseta.

Los Dragones de Lavapiés, por tanto, no se quedan sólo en la integración y la igualdad. Llevan a cabo, desde el club, una auténtica labor social en el barrio: realizan clases de apoyo para los menores con dificultades, enseñan idiomas, forman a jóvenes para que puedan trabajar en hostelería, y llegaron a crear una auténtica red solidaria durante el confinamiento, con reparto de alimentos para los vecinos y vecinas que necesitaban esa ayuda.