La ciudad de Complutum, el yacimiento arqueológico más importante de Madrid

Madrid

Pocos conocen que estando en Madrid, también se puede estar en la Roma milenaria. La ciudad de Complutum, la antigua ciudad de Alcalá de Henares, conservada en parte de forma excepcional, nos da una pista para descubrir cómo era la vida de esos primeros “madrileños” de hace dos mil años en pleno momento imperial de la Roma más boyante. Sin entrar en la polémica de si Madrid es o no ciudad medieval, lo que es seguro es que se pueden buscar sus trazos en algún yacimiento romano hoy perdido. Pero, sin lugar a dudas, la que sí es romana es la ciudad de Alcalá de Henares. Nacida seguramente de la ciudad romana de Complutum en el siglo I, esta metrópoli se levantó en este punto debido a la confluencia de rutas comerciales y, sobre todo, el acceso rápido a recursos y materias primas con las que comerciar. Este conjunto monumental es, sin duda, el yacimiento visitable más importante de la Comunidad de Madrid y la mejor opción para conocer de primera mano cómo era la vida en la época romana.

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Una ciudad que estuvo perdida y redescubierta

Complutum se descubrió en la Edad Moderna, alrededor de los siglos XVI y XVII. Fue construida de nueva planta en época del emperador Augusto (siglo I a.C.), comenzando su abandono a finales del siglo IV o principios del V d.C.

Por desgracia, hasta la creación de leyes protectoras del patrimonio en la década de 1980, la ciudad ha sufrido todo tipo de desgracias, destruyéndose algunas zonas para la construcción de barrios nuevos en Alcalá en la década de 1970, por ejemplo.

Sin embargo, el trabajo de excavaciones y de estudio sobre la documentación existente en las cuatro últimas décadas ha convertido a Complutum en una suerte de Pompeya madrileña en donde vamos a descubrir mil y una sorpresas y estímulos para los sentidos por medio de sus tesoros arqueológicos.

En la ciudad han podido recuperarse las termas, el foro, la basílica, la llamada Casa de Hipólito —realmente un lugar de recreo para jóvenes, decorado con hermosos mosaicos— o un domus como la Casa de los Grifos, en la que podemos descubrir cómo era una casa señorial con todas sus zonas perfectamente recreadas. Se trata de una vivienda del siglo I que el destino hizo que se destruyera por el fuego en el siglo III y llegara hasta nosotros como una cápsula del tiempo.