Las familias del colegio Yvonne Blake de Fuenlabrada pasan el fin de semana encerradas en el centro

Fuenlabrada

Las familias del colegio Yvonne Blake de Fuenlabrada, en el barrio de El Vivero, han visto desbordada su paciencia. Después de que la ampliación del centro, prometida para 2021, fuera retrasada dos años hasta el próximo mes de septiembre, recientemente la Consejería de Educación reconocía que tampoco estaría para el inicio de curso. Por eso la comunidad educativa ha dicho ‘basta’ y ha decidido incrementar sus reivindicaciones.

Este pasado fin de semana lo han hecho con un encierro en el comedor, donde han pasado desde el viernes por la tarde hasta el domingo por la mañana. Una acción que ha concluido con una gran concentración a las puertas del centro para reclamar las obras que siguen sin empezar. Desde el AMPA su presidenta, Gema Lizana, asegura que continuarán con las protestas para reclamar un espacio digno para sus hijos.

Fuentes de la Consejería de Educación insisten, como ya hacían hace dos semanas, en que “las obras de ampliación van a comenzar de forma inminente y estarán operativas durante el curso 2023/2024”, aunque reconocen que “si el pequeño aulario no estuviera en septiembre, se valora construir tres aulas en el comedor, dado que el tamaño del mismo lo permite sin afectar al servicio”.​

No obstante, en estas aulas deberán entrar 100 nuevos alumnos, los previstos en la ampliación que aún no se ha iniciado y que tiene un presupuesto de 1,6 millones de euros. Pero eso no concluirá el colegio, ya que está en redacción el proyecto del último edificio, “para su entrada en funcionamiento en el curso 2024/2025” con una inversión estimada de 4,3 millones de euros, según la Consejería, con 12 aulas de Educación Primaria, 4 de desdoble y apoyo, aulas específicas, biblioteca, gimnasio y pista deportiva.

Las protestas han contado además con el apoyo de diferentes representantes de partidos políticos y del propio equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Fuenlabrada.