El origen machista de las Médiums de Madrid, se consideraba que las mujeres eran débiles y, por eso, fáciles de poseer por los espíritus
A comienzos del siglo XX el espiritismo tuvo un boom condicionado por las circunstancias vividas en Europa después de la Gran Guerra. En este ambiente, aunque España siempre se mantuvo fuera del conflicto, sabemos que las sesiones mediúmnicas eran abundantes y en ellas destacaron varias médiums madrileñas
El origen de las Médiums de Madrid, se consideraba que las mujeres eran débiles y fácilmente poseídas
09:23
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1685966594378/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Madrid
Lo más llamativo de estas mujeres que aparecen descritas en la revista Lo maravilloso del año 1909, es que precisamente eran solo descritas. No se da sus nombres ni sus direcciones, seguramente para salvaguardar su identidad. Conocemos dos casos de ese año correspondientes a dos hermanas que decían tener contactos con espíritus y que participaban en sesiones como médiums. No siempre eran conexiones con espíritus, sino también con personas santas o con arcángeles, lo que le da un toque muy castizo y español al mismo tiempo.
Mujeres y espíritus
No son pocos los que se ha preguntado por qué las mujeres son célebres cuando hablamos de sesiones mediumnicas. Ellas son el puente perfecto para hacer de conexión entre este plano y, supuestamente, el otro. La razón no es que ellas sean más listas o más inteligentes, que lo son, sino que en aquella época se creía precisamente todo lo contrario. Entre el siglo XIX y el XX, época de explosión del espiritismo, la mujer desempeñaba un papel más directo en esos contactos porque precisamente su condición de mujer, ser débil y fácilmente manipulable, las hacías idóneas para ser poseídas por un espíritu, cosa que no sucedía comúnmente con los hombres, supuestamente más duros de roer cuando nos enfrentamos a los seres venidos del más allá.
Esta es la única razón por la que había más mujeres que hombres, casi exclusivamente eran ellas. En esta nueva entrega de nuestra historia de Madrid hacemos hincapié en un pasado curioso que nos habla de la sociedad del momento en la que este tipo de acontecimientos eran comunes y parte natural y normalizada de las tertulias de la alta sociedad madrileña.