La falta de personal, una centralita rota y la ausencia de enfermería provocan que una mujer de 93 años con problemas para respirar pase más de una hora sin ser atendida en su residencia
Ocurrió el pasado fin de semana en la residencia de Peñuelas donde tampoco había personal para contestar al teléfono ni a la ambulancia que traía de regreso a un residente. Tuvo que actuar un policía municipal saltando dentro del centro para abrir la puerta
Madrid
El relato de lo sucedido el pasado fin de semana en la residencia de Peñuelas, en el distrito de Arganzuela de Madrid, fue el siguiente. La madrugada del sábado al domingo, según cuenta Pablo Bravo, su madre de 93 años le llamó "se puso mal, no respiraba bien y me llamó y me dijo que llamara a enfermería porque se encontraba muy mal y no podía respirar".
Entonces Pablo y su hermana llamaron durante tres cuartos de hora a la centralita del centro, una residencia que es pública pero que está gestionada por la empresa Aralia. Al final, una auxiliar contestó pero le dijo que no podía atender a su madre porque no había personal de enfermería. así que Pablo contactó con el 112. Cuando llegó la la ambulancia sucedió que "los tuvieron media hora esperando para poder entrar. Llamaban a la residencia y tampoco les cogían el teléfono", explica Pablo.
Su madre, María, que hace unos meses fue a la Asamblea de Madrid para denunciar la calidad de los menús, se recuperó finalmente en el hospital. En la Consejería de Política Social, que gestiona las residencias de mayores, niegan esas esperas pero sí reconocen que la centralita del centro se había roto y que no había personal de enfermería, pese a que el pliego del contrato obliga a ello, en concreto dice que por la noche tiene que haber un enfermero o enfermera a turno completo.
Pero es que el día anterior sucedió algo parecido. Un residente fue trasladado al hospital y a su regreso en ambulancia como tampoco había nadie para coger el teléfono ni abrir la puerta, un policía local tuvo que acceder al recinto saltando (las familias dicen que a través de una ventana, la Consejería dice que saltó la valla del recinto) y, además, hay que sumar que se avisó a una familia equivocada, que no era la del residente, y que llegó a presentarse en la Fundación Jiménez Díaz.
Más información
- María González, usuaria de una residencia de Madrid, sobre la comida: "Era una sopa de agua, nada más que agua"
- Tomás Plaza, 82 años: "Pensaba que una residencia era para seguir viviendo. Aquí, eso no existe"
- Suciedad, humedades y agujeros en las habitaciones de la residencia de mayores de Usera gestionada por DomusVi
En la Consejería explican ese incidente con la ambulancia y la policía porque se había vuelto a romper el teléfono de la centralita. Y cuentan también que en la madrugada del sábado al domingo no había enfermera por la noche porque a la que le tocaba ir era a la del día anterior, que no fue porque se había quedado disgustada por el error de avisar a la familia que no correspondía con el residente que estaba en el hospital. Dicen que se ha abierto un expediente informativo para aclarar lo ocurrido como se hace siempre que hay algún incidente.
La portavoz de Políticas Sociales del PSOE, Lorena Morales, califica de "terrible" lo sucedido. "Ponen de manifiesto, una vez más, el abandono del Gobierno regional de esta residencia. Entregaron este centro público en 2019 al peor postor sin ningún control y están alargando esta agonía a pesar de que la falta de personal, la comida indigna o no tener climatización están poniendo en riesgo la salud de más de 200 mayores. Es lamentable, parece que Ayuso en lugar de corazón tiene una piedra", subraya.
La gestión de Aralia de esta residencia ha estado cuestionada. A principios de 2020 el entonces consejero de Política Social, Alberto Reyero, le abrió un expediente alegando que había incurrido en una de las causas de rescisión al haber subcontratado a empleados para cubrir bajas del personal que cuida a los mayores. Las familias han criticado en muchas ocasiones la mala calidad de la comida, la falta de plantilla, la suciedad o los errores de medicación. El pasado diciembre la Consejería de Política Social sacó un nuevo concurso que quedó desierto y ahora ha prorrogado de nuevo el contrato con Aralia. Dicen que porque se está preparando otro pliego por el procedimiento de urgencia con mejoras, que está previsto que entre en vigor en octubre y hasta entonces la residencia seguirá gestionada por Aralia.
"Los mayores van tendrán que seguir soportando la nefasta gestión de la empresa Aralia hasta finales de octubre porque Ayuso ha decidido prorrogarla. La Comunidad de Madrid publicó un pliego tan miserable que quedó desierto y desde entonces, hace siete meses, han sido incapaces de publicar un pliego nuevo a pesar de las denuncias de los familiares y los residentes", concluye Morales, que exige que se recupere la gestión directa y pública de esta residencia.
Elena Jiménez
Soy periodista desde hace algo más de un par de décadas. Especializada en temas sociales y educativos....