La reforma de San Salvador de Leganés retrasa su origen al siglo XIII
Este viernes se celebra un primer acto de reapertura, que será gradual hasta septiembre
Entrevista con Jaime Pérez-Boccherini, párroco de San Salvador de Leganés, en la semana en la que reabrirá parcialmente el templo tras tres años de reforma
23:08
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Fuenlabrada
Después de casi tres años de obras para evitar que la iglesia de San Salvador de Leganés se derrumbara, ya se ve la luz al final del túnel. Este viernes se celebra una procesión y un acto de reapertura, todavía parcial y con los retablos tapados, para que las puertas del templo vuelvan a estar abiertas para todos los leganenses. Se espera que para agosto, con la celebración de Nuestra Señora de Butarque, la iglesia quede totalmente reformada y para el 17 de septiembre se realice la inauguración institucional. Y para hablarnos de todo ese proceso han pasado por los micrófonos de Hoy por Hoy Madrid Sur el párroco de la iglesia, Jaime Pérez-Boccherini, y uno de los jóvenes de la parroquia, David González.
Entrevista con Jaime Pérez-Boccherini, párroco de San Salvador de Leganés, en la semana en la que reabrirá parcialmente el templo tras tres años de reforma
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Durante estos tres años de obras ha habido momentos para todo. Para ver por ejemplo cómo se incrementaba la factura por la guerra en Ucrania (el presupuesto total asciende a más de 4 millones de euros, sufragados por la parroquia, la Diócesis de Getafe, el Ayuntamiento de Leganés y la Comunidad de Madrid). Pero también para vivir dos Semanas Santas con procesiones desde un templo en obras. O para ver peligrar todo el trabajo con la borrasca Filomena, cuando varias toneladas de nieve se acumularon en un tejado desnudo que amenazaba derrumbe (gracias al viento de madrugada, la nieve se apartó hacia los laterales antes de convertirse en pesado hielo).
Las obras, además de para asegurar la estructura de una de las joyas arquitectónicas del sur de Madrid, han servido para arrojar luz sobre algunos hallazgos históricos. Es el caso de los cimientos del primitivo templo, que se suponía datado de los siglos XIV o XV y que se ha retrasado casi 200 años, según Pérez-Boccherini, hasta el siglo XIII. El estilo mudéjar lo delata.
Pero también se ha retrasado la datación de unas pinturas singulares aparecidas en varios puntos del templo, con inscripciones en latín correspondientes, con casi total seguridad, al siglo XVIII.
Los trabajos se van a aprovechar para modernizar ciertos aspectos de la iglesia y, en última instancia, dar lustre a uno de los grandes ejemplos del patrimonio histórico-artístico, con retablos de José de Churriguera, que atesora el sur de Madrid.