Los últimos días de Pompeya
Los últimos días de Pompeya, haciendo homenaje a la novela de Edward Bulwer Lytton publicada en 1834, es el nuevo espectáculo inmersivo de Madrid Artes Digitales que podemos ver ya en la nave 16 del Matadero de Madrid. Un viaje alucinante en el que nos hemos sumergido para contarte todas sus novedades
HXHMADRID - POMPEYA - M2
En el mes de octubre del año 79 d. C. el tiempo se detuvo en el golfo de Nápoles, al sur de la península Itálica. Allí en la ciudad de Pompeya, el Vesubio cubrió con sus cenizas hasta niveles de casi 15 metros todo lo que había alrededor de ese misterioso monte. Lo más llamativo de todo es que los propios pompeyanos desconocían que aquella montaña que en ocasiones temblaba fuera un volcán.
Dos décadas antes habían sufrido un terrible terremoto del cual todavía en aquel año 79 estaban recuperándose y reconstruyendo algunas de las partes de la ciudad que habían quedado destruidas.
Los últimos días de Pompeya, la exposición inmersiva pretende acercarnos a la realidad y la vida cotidiana que se palpitaba en las calles de una gran ciudad de la Roma imperial en el siglo I.
Pompeya inmersiva
Una enorme sala inmersiva con 1.200 metros cuadrados de exposición nos hace viajar en el tiempo al momento en el que Roque Joaquín Alcubierre, un ingeniero español que trabajaba para el rey de Nápoles Carlos VII que luego sería Carlos III de España, descubre el primer texto que confirma que aquel lugar es la ciudad de Pompeya. Esto sucedió en el año 1748 y desde entonces el rey Carlos puso todo su empeño en la investigación y el trabajo de campo para sacar a la luz los restos de la ciudad de Pompeya y de Herculano, más cerca todavía del volcán y cubierta por una cantidad mayor de cenizas.
En el espectáculo inmersivo además nos sumergimos en las calles de Pompeya tal y como están ahora y tal y como fueron en ese momento en el otoño del año 79. Escucharemos la voz de algunos de sus protagonistas como Plinio el Joven, un muchacho de apenas 18 años que vivió en primera persona aquella catástrofe y lo recordó años después en una correspondencia con el escritor Tácito.
Uno de los momentos que los visitantes de la exposición disfrutan con más entusiasmo es el metaverso. Con esta realidad virtual puedes caminar y cruzar las puertas de una fastuosa villa del siglo I con todos sus lujos, sofisticaciones, diseños y elementos que sorprenden al visitante dos mil años después.
No podían faltar las luchas de gladiadores y la presencia de animales salvajes traídos de algunos lugares de Asia y África para entretener a los ciudadanos romanos. Todo ello lo veremos en la sección de realidad virtual en donde también seremos testigos de un tipo de entretenimiento muy desconocido y que se llevaba a cabo en los anfiteatros. Me refiero a las naumaquias con las cuales el anfiteatro se llenaba de agua y salían grandes naves para realizar escenas de batalla para el disfrute de todos los asistentes.
Como sucedía con la exposición inmersiva de Tutankamón que en estos meses podemos ver en Barcelona, Los últimos días de Pompeya cuenta también con una gran selección de piezas auténticas del siglo I legadas por la colección Félix Cervera Arqueología de Barcelona. Entre ellas vamos a ver objetos de la vida cotidiana como vidrios, vajillas, juguetes etc. Además veremos una cabeza colosal de Lucio César, nieto del emperador Julio César, descubierta en Osuna y algunos bronces magníficos, un juego de instrumental médico y los pasarriendas de una cuadriga romana. La mejor manera para viajar a la antigua Roma desde el corazón de Madrid.