Médicos del Hospital de Fuenlabrada en Chad buscan colaboración para ayudar a mujeres maltratadas de este país
El proyecto EnganCHADos cumple 10 años. La actual expedición trabaja en la atención sanitaria y en proyectos como apadrinamiento de niños huérfanos
Hablamos con Javier de la Torre, cirujano, y de la doctora rehabilitadora, Paula Peña, la nueva expedición al Chad del Hospital de Fuenlabrada en el proyecto 'EnganCHADos'.
Fuenlabrada
Las jornadas de Javier de la Torre, cirujano, y de la doctora rehabilitadora, Paula Peña, en el hospital Saint Joseph de Chad, son agotadoras. Con dificultad pueden parar para atender la llamada de SER Madrid Sur y contar en qué programas están trabajando en esta nueva expedición del proyecto 'EnganCHADos' del Hospital de Fuenlabrada, que cumple 10 años, y les mantendrá allí todo este mes.
Y es que ambos profesionales, además de realizar labores de atención médica en el hospital, tratamientos, operaciones, pasar consulta y demás, están implicados al máximo en otros proyectos que traspasan las puertas del hospital, como el de apadrinamiento infantil de niños huérfanos cuyos padres murieron de sida o el apoyo a mujeres maltratadas.
De la Torre asegura que allí la mujer “prácticamente no tiene derechos. Se la casa muy joven, la mayoría a los 15 años, aunque está prohibido ya” y el problema de la violencia de género es muy grande. Para ayudarlas enfermeras autóctonas del hospital “han creado una asociación de mujeres maltratadas” que les da microcréditos, para conseguir “una cierta independencia y han abierto un hospital para recabar fondos. Pero todo es poco, por eso desde ‘EnganCHAdos’ se quiere apoyar esta iniciativa, y cuenta Javier de la Torre, están buscando alguna “asociación de defensa de la mujer en España” que colaboré con la creada en Saint Joseph.
“Con poquito dinero se puede hacer mucho a nivel sanitario, de escolarización y social”, recuerda el cirujano. Como ejemplo con 100 euros casi se monta un restaurante y para sanidad, con 30 euros se cubre una intervención quirúrgica con postoperatorio. Cualquier interesado puede entrar en la web www.enganchados.org o enviar correo a donaciones@enganchados.org
Además, el proyecto fuenlabreño colabora con el apadrinamiento de niños huérfanos de padres fallecidos por sida. Así se les da una oportunidad en su vida, se apuesta por su formación, alguno está a punto de entrar en la universidad o se les enseña oficios, a ser sastre o aprender informática, “con algunos de los ordenadores que hemos traído de Fuenlabrada”.
Combatir la maldición de los ‘niños serpiente’
Y en este viaje, como en otros, también tratan a los llamados ‘niños serpiente’. Se llama así, cuenta Paula Peña, al menor que “pierde o nunca ha tenido la capacidad de utilizar las piernas y/o brazos” por secuelas de la malaria. Si un niño no puede desplazarse, alimentarse por si mismo, primero deja de servir a la sociedad, “son una carga casi inasumible para las familias” y además se piensa que han llegado a esta situación por algo malo que ha cometido alguien de la familia, que también lo rechaza. “La culpa solo se purga cuando fallecen”.
A veces se ha detectado que algunos envenenados o que son abandonados a su suerte junto a unos juncos. Los médicos fuenlabreños les han demostrado que muchos pueden recuperar total o parcialmente la movilidad y luchan también por acabar con el estigma de estos niños.
Diez años de ‘EnganCHADos’
Este año se cumplen diez de la puesta en marcha de este proyecto internacional solidario del Hospital fuenlabreño, tiempo en el que “ha habido un cambio brutal”, no tanto por los medios, “sigue faltando de todo”, sino por el personal, cuenta de la Peña. Antes estaba sólo Sor Elisabeth como médico que atendía todo lo que podía, ahora hay contratados cuatro médicos, más la nueva directora médica, que es africana, y además, han abierto una escuela de Enfermería en frente del hospital, junto con un edificio de aislamiento para enfermos de tuberculosis, financiado por el Ayuntamiento de Fuenlabrada.
Cuando llegamos “no había nada con qué analizar, ahora se puede analizar casi de todo, hay luz prácticamente las 24 horas del día, después de cambiar las baterías de las fotovoltaicas, tenemos un banco de sangre, proyecto contra la malnutrición, se ha construido cocina para pediatría, se ha modificado la zona de maternidad…”Dinero que recibimos, dinero que dedicamos a proyectos y mejoras del hospital”, cuentan los doctores. Y es que “el dinero es lo que nos falta, porque entusiasmo es lo que nos sobra”, afirma el cirujano español.