El asesinato de Francisco del Castillo llegó a inspirar a Goya
El crimen tuvo lugar el 1 de diciembre de 1797. Hoy quizá nadie se acuerda de él, pero la historia que rodeo a este asesinato se convirtió en poco tiempo en una de las fuentes más jugosas para rumores, cuentacuentos, folletines e incluso obras de arte del mismísimo Francisco de Goya
El crimen de Francisco del Castillo
12:45
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1719239746786/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Madrid
Francisco del Castillo era un rico comerciante madrileño casado con María Vicenta Mendieta, de 32 años. La relación entre ambos acabó por romperse cuando ella se enamoró de su primo de 24 años, Santiago San Juan. Entre los dos organizaron la muerte del comerciante, llevando a cabo su malvado plan el 1 de diciembre de 1797. Ese día Santiago entró disfrazado de fraile en la casa del desafortunado comerciante situada en la calle Alcalá. Aprovechando que se había tomado un elixir por una infección bucal, el joven aprovechó para asestarle once puñaladas, entre ellas tres en el pecho y dos en el estómago, que no le permitieron ni decir Amén.
Dimes y diretes en el siglo de las luces
Las historias alrededor del asesinato de Del Castillo no tardaron en empezar a correr como la pólvora. Todo el mundo quería saber qué es lo que había sucedido y si no se tenían datos, se inventaban. Se sabía que su esposa debía de estar implicada en el crimen y muchos se preguntaban cuál era la razón por la que aún no había sido detenida. ¿Acaso tenía la reina María Luisa de Parma, amiga de María Vicenta, algo que ver en esta acción tan laxa de la justicia?
Pero al final la justicia llegó y los dos enamorados fueron condenados a morir a garrote vil en la plaza Mayor de la villa. Ese día la plaza estaba abarrotada de gente desde las 4 de la mañana, llena de hombres, mujeres y niños, dispuestos a disfrutar del nuevo espectáculo (no existía el Real Madrid, ni la Champions ni tele para verla).
El impacto en la cultura popular de la época fue enorme. Francisco de Goya pinto dos caprichos inspirados en la historia de la muerte de Francisco del Castillo y personas como Moratín y el ilustrado Meléndez Valdés nos cuenta cómo el caso llegó ha ser seguido con sumo interés en lugares tan alejados como Valladolid.
Rebeca Martín, profesora de literatura española en la Universidad Autónoma de Barcelona, autora de Crímenes pregonados nos cuenta esta fascinante historia.