Las familias con niños con necesidades especiales de Móstoles denuncian la falta de plazas en las colonias urbanas

Móstoles

Este mes de junio han finalizado los colegios y para muchas familias la conciliación es uno de los problemas durante los meses de verano. Entre las alternativas que tienen muchos padres y madres está dejar a sus hijos con sus abuelos o abuelas o apuntarles a los diferentes campamentos de verano o colonias urbanas que se organizan desde los Ayuntamientos, aunque esto no es igual para todo el mundo y, por ejemplo, las familias con niños y niñas con necesidades especiales no cuentan con el mismo número de plazas o campamentos.

Noemi es madre de un niño que padece una enfermedad rara y que está inscrito al colegio de Educación Especial Miguel de Unamuno de Móstoles. Esta madre asegura que, desde un año antes de la pandemia, en el colegio ya no organizan colonias urbanas y que, desde ese año, desde el Ayuntamiento no ofrecen las suficientes plazas para cubrir las necesidades de su familia y las del centro. "Este año nos han ofrecido dos semanas para siete niños elegidos por sorteo, la última de junio y la primera semana de julio. Entonces, consideramos que es insuficiente y que, además, no cumple la ley de discapacidad que hay actual", comenta Noemi, que también es presidenta del AMPA del Colegio de Educación Especial Miguel de Unamuno.

Desde el Gobierno Local aseguran que se han ofertado plazas para niños con necesidades especiales para favorecer la conciliación de las familias y que es algo que no ocurría desde antes de la pandemia. Además, añaden: "Nuestro compromiso es continuar avanzando en políticas de conciliación y en futuras convocatorias se registrará un aumento en el número de plazas".

Los requisitos para inscribirse a estas colonias urbanas son que los niños aspirantes a formar parte de estas colonias deberán haber nacido entre 2012 y 2020 (ambos incluidos) y que uno de los solicitantes (padre, madre o tutor legal) debe estar empadronado en Móstoles o que trabaje en la localidad. "Desde el Ayuntamiento si que se ha hecho algo y estamos agradecidos, pero nos parece totalmente insuficiente para las necesidades que tenemos", comenta Noemi.

Por su parte, esta madre ha conseguido conseguir una de las siete plazas que ofrecen para estos niños durante una semana en julio, ya que para junio no fue seleccionada en el sorteo: "Este año tendré que llevar a mi hijo a todos los sitios. Soy madre soltera y no tengo con quien dejarle". En el colegio Miguel de Unamuno de Móstoles hay al menos 180 alumnos con necesidades especiales. "Hay incluso algún padre que ha tenido que pedir la excedencia en el trabajo para poder cuidar a sus hijos y es algo que no nos podemos permitir. Una silla de ruedas para estar en casa nos vale alrededor de 5.000 euros", explica.