Reinventarse para seguir siendo griego
El británico Roderick Beaton se embarca en la complicada tarea de buscar puntos en común entre los griegos de hace 35 siglos y los de hoy
Entrevistamos a Roderick Beaton por su libro 'Los griegos'
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Fuenlabrada
En 1963, el poeta griego Yorgos Seferis recibía el premio Nobel de Literatura por una obra marcada por una eterna añoranza por la Grecia clásica, con el mar y el viaje como elementos imprescindibles.
Ese espíritu (basado en su profundo conocimiento del autor) es también el que emana del libro ‘Los griegos. Una historia global’ (Atico, 2024) en el que Roderick Beaton se embarca en el complejo objetivo de trazar una línea continua entre los griegos de hace 35 siglos y los de hoy en día.
Beaton ocupó durante 30 años el puesto de profesor ‘Koraes’ de griego moderno e historia bizantina, lengua y literatura del Kings College de Londres, llegando a recibir Orden de Honor del gobierno griego..
Lo primero que debemos dejar claro es que el libro es ambicioso; nos lleva, a lo largo de una historia milenaria, por los palacios cretenses, la Atenas de Pericles, las conquistas de Alejandro Magno, los momentos dorados con Constantino y Justiniano, la caída de Constantinopla, la Guerra de la Independencia o la emigración a cada rincón del mundo.
Y, partiendo de que es inabarcable el objetivo, el autor se organiza para que cada momento tenga su importancia y su papel (nunca mejor dicho). Los capítulos son todos de unas 30-40 hojas y cubren unos 200-300 años de historia y además cada uno comienza con un mapa que nos sitúa en la zona en la que tienen lugar esos hechos.
Hay un punto clave y es la continuidad del idioma como punto común. “Quería empezar por ahí, pero sobre todo el griego es alguien que se reinventa y que crea cosas nuevas”, apunta el autor, que aclara que este libro “no es una historia de la nación griega”.
“Ser griego ha ido cambiando y definiéndose con el tiempo”, concluye.