Los inicios de la Estación de Atocha y el primer tren en Madrid
Primero fue un simple apeadero, un embarcadero como decían en el argot del siglo XIX. Poco a poco, debido a la creciente necesidad de cubrir el transporte de miles de personas en una gran ciudad como Madrid, nace la estación de Atocha, antigua Estación del Mediodía, que no fue la primera, pero parece haberse llevado, merecidamente, muchos méritos
Nacho Ares en Hoy por Hoy Madrid ( Especial Atocha)
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Madrid
Alberto de Palacio y Elissague fue el arquitecto e ingeniero español que diseño lo que hoy conocemos como estación de Atocha. Se inauguró en 1892 siguiendo la estela de un antiguo apeadero. El primer tren en España fue el que unía Barcelona con Mataró. Era el 28 de octubre de 1848, sábado. Hoy celebramos ese aniversario. Apenas cubrió un recorrido de 30 kilómetros que, viéndolo hoy, al hacerlo en 30 minutos, no estaba tan mal. Eso sí, no tenía paradas, iba por la costa (bonito paisaje) y estaba pensado para unir las dos grandes ciudades comerciales del momento, protagonistas del sector textil.
El primer tren en Madrid
Hay que esperar un poquito, no mucho, apenas tres años, para que el 9 de febrero de 1851 funcione el primer tren uniendo Madrid con Getafe, Pinto, Valdemoro, Ciempozuelos, Seseña y Aranjuez. El Marqués Viudo de Pontejos ya quería haberlo hecho en 1829, pero al pobre todo le salió mal y no tuvo éxito. El apeadero que estaba en la antigua estación de Atocha fue creciendo hasta que en 1892 se inauguró la estación que antes comentábamos, producto del diseño de Alberto de Palacio y Elissague, autor, entre otros edificios en Madrid, del Banco de España o del palacio de Cristal en el Retiro.
En Madrid ya había otras estaciones y entre ellas se hacían competencia. En aquella época los trenes pertenecían a empresas privadas. La de Atocha, llamada en principio Estación del Mediodía, era propiedad de la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante. Pero ya existía desde hacía casi una década antes la Estación del Norte, conocida hoy como de Príncipe Pío.
