Cómo los desastres naturales moldearon la historia de la humanidad
Pestes, erupciones volcánicas, sequías, terremotos… fueron clave para determinados cambios políticos, sociales o económicos
Entrevistamos a Francisco Jiménez Espejo (CSIC-UGR) y José Soto Chica (UGR) sobre historia y cambio climático
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Fuenlabrada
Imaginémonos el escenario: un desastre natural y el pueblo se levanta contra los poderosos. La situación, por mucho que nos creamos, no es nueva.
Por ejemplo, en torno al año 2.250 a.C. una sequía de décadas provocó grandes cambios económicos, sociales y políticos desde la cuenca mediterránea hasta Japón, como la caída del Imperio Acadio en Mesopotamia o del llamado Imperio Antiguo en el Egipto de los faraones: “Han ocurrido cosas que no pasaban desde hace tiempo, los humildes han depuesto al rey” (Papiro de Ipuur, VII 1-2), contaba un cronista poco después.
Como desgraciadamente hemos comprobado ahora, el ser humano sigue sin ser inmune a la fuerza desatada de la naturaleza, y nos es casualidad que sequías, erupciones volcánicas o terremotos coincidan con momentos clave en la historia de la humanidad.
Por eso en los últimos 20 años, un enfoque interdisciplinar entre climatólogos, historiadores y geólogos está permitiendo encontrar un argumento más a momentos cruciales en la historia y precisamente ‘Cambios climáticos’ es el título de la entrega de octubre de la revista Desperta Ferro Arqueología e Historia en el que se recogen algunos ejemplos: desde la adaptación de los Neandertales hasta cómo la sequía debilitó el reino visigodo facilitando la invasión musulmana en el 711.
De ello hemos hablado este lunes con Francisco Jiménez Espejo (CSIC-UGR) y José Soto Chica (UGR).
Por cierto que Soto Chica ha sido uno de los autores elegidos por esta editorial para estrenarse en el género de la novela histórica; el autor granadino vuelve a escribir una trepidante novela llena de personajes apasionantes y mucha venganza en 'Hasta que pueda matarte' donde la revuelta de los moriscos de Granada y la Batalla de Lepanto son los dos escenarios de la misma.
También se publica Tiberio Graco, tribuno de las legiones de Luis Manuel López Román, ambientado en las luchas populares de una república romana que, a la vez que se expandía por la cuenca mediterránea, vivía una tremenda inestabilidad interna.