Las mujeres líderes de la historia de la ciencia
El papel de la mujer en la historia de la ciencia o los descubrimientos es cada vez mayor. Ese papel siempre ha estado ahí, pero se ha dejado de lado o quizás no se ha puesto en valor como se merecía. Aquí hablaremos solamente de dos pioneras, aunque hay muchas más, pero su impacto en nuestra vida cotidiana del siglo XXI es abrumadora
Nacho Ares en Hoy por Hoy Madrid
Madrid
La historia del ser humano (ya hemos corregido y no decimos “del hombre”) está plagada de historias increíbles protagonizadas por mujeres. Historias que van más allá de una heroicidad o de un logro determinado. No, van más allá. Cosas que por ejemplo seguimos usando en la actualidad o que supusieron tendencias que abrieron las puertas a muchas otras mujeres para conseguir objetivos que hasta ese momento casi o solo casi estaban permitidos a los hombres. ¿Sabíais que hoy se considera que el concepto de ordenador fue inventado por una mujer en el siglo XIX? ¿O que la idea de las comunicaciones inalámbricas como el wifi o el bluetooth vienen de la mano de otra mujer que además era una conocidísima actriz de Hollywood?
“Listas y guapas”
Esto es lo que se diría en la España de hace dos o tres décadas. “Mira qué lista es, pero también es muy guapa”, con esa condescendencia que parece llevar implícito que una mujer guapa es más débil que un hombre. Muchos inventores varones eran listos pero nadie dice que eran atractivos. Nicola Tesla uno de ellos. En el caso de Hedy Lamarr su belleza eclipsó a su inteligencia. Nacida en Viena en 1914 acabo convirtiéndose en una de las actrices más populares del Hollywood de la década de 1940 y 1950. Estudió ingeniería pero siempre quiso dedicarse al cine. En el contexto de inicios de la II Guerra Mundial, después de una serie de aventuras amorosas y algunos escándalos cinematográficos aprovechó su popularidad para registrar la patente de un sistema de comunicaciones conocido como “técnica de transmisión en el espectro ensanchado”. Así a primeras a mí me suena a chino. Pero, es considerado por todos los ingenieros como el antecedente del wifi y del bluetooth.
Algo parecido sucedió con Ada Lovelace, escritora y matemática. En este caso su celebridad le viene, además de ser una gran inventora, por ser la hija de Lord Byron. Nació en Londres en 1815 y ha pasado a la historia como la creadora del primer algoritmo que debía ser procesado por una máquina (una computadora primitiva). De esta forma abrió las puertas a que las primeras máquinas hicieran algo más que simples cálculos matemáticos, sino que, de una forma muy primigenia, fueran programadas.