Intercalar alimentos ligeros en las grandes comidas de Navidad y no dejar el ejercicio, el secreto para cuidarnos mejor
En estas fechas navideñas con reuniones familiares muy señaladas es complicado evitar los excesos nutricionales, pero, sin recomendar ponerse a dieta, sí hay ‘truquillos’ para no terminar empachados estas fiestas
Cena familiar en Navidad. / gorodenkoff
Alcobendas
En Navidad las grandes cenas y comidas familiares están llenas de excesos. ‘Por un día, no pasa nada' decimos, pero la realidad es que desde que comienzan estas fiestas la excepción se convierte en una regla con celebraciones de empresa, con amigos y demás. Por eso, es aconsejable, sin dejar de celebrar, tener en cuenta ciertas recomendaciones para que estos días no nos pasen factura en la salud y en la báscula.
Uno de los consejos es intentar equilibrar nuestra dieta, de forma que intercalemos comidas más ligeras para compensar las copiosas cenas y comidas navideñas, donde los canapés variados, el cochinillo, el cordero y el alcohol son los reyes. Raquel Ross, Técnico Superior de Salud Pública del Servicio de Salud del Ayuntamiento de Alcobendas aconseja rebajar las calorías en los días menos señalados de las fiestas y buscar alimentación variada, equilibrada con cantidades adecuadas.
Las verduras y los entrantes
Así habla de planificar los menús con tiempo y ajustar las cantidades que se van a comer. Una recomendación que también vale para Nochebuena o Nochevieja. En los menús de los días más señalados aconseja introducir verdura en forma de ensaladas o la plancha y utilizar alimentos depurativos como endivias, espárragos, cardo, borraja o escarola. Una buena forma de hacerlo es elaborando entrantes con ellos.
También hay que optar, en la medida de lo posible, por menús menos calóricos, dónde, por ejemplo, introduzcamos lombarda con piñones o carnes magas como el pollo o el pavo. Importante también la hidratación. Aunque tomemos algo de alcohol, tenemos que optar en mayor medida por agua, agua con limón, infusiones o caldos sin mucha grasa, según Ros.
¿Y si nos pasamos con el alcohol?
Es verdad que en estas fechas se suele abusar del alcohol, no solo en salidas nocturnas, son en las comidas, donde lo incluimos habitualmente. Por eso, es “recomendable que tras la ingesta de alcohol se tome abundante cantidad de agua antes de acostarse; de esta manera facilitamos la depuración del alcohol y aceleramos la eliminación del principal metabolito, el acetaldehído, que es responsable de la mayor parte de los síntomas que acompañan a la resaca, indica Ros.
Además de la alimentación y la bebida es importante el ejercicio físico. Será necesario que aprovechemos cualquier oportunidad para movernos. Subir por la escalera en lugar del ascensor, desplazarnos a pie hacia el destino de reunión, si es posible, o al volver a casa.
Igualmente se aconseja organizar juegos en familia, paseos o hacer actividades que nos gusten al aire libre, además de “bailar, movernos y disfrutar en Navidad”.
