Una placa en busca de una calle en Madrid
El 20 de enero de 1936 un grupo de falangistas mata de un tiro, en un bar, a un joven de 22 años. El pleno del Ayuntamiento del entonces pueblo de Vallecas acuerda colocar una placa con su nombre en el lugar de los hechos y cambiar la denominación a la vía. Hoy ésta es el Paseo de Federico García Lorca. Ahora se busca un lugar para esta placa

Madrid
¿Serán los objetos los que encuentran a las personas? A veces parece que sí, ¿O sino, qué hubiera sido de Champollion sin la Piedra de Rosetta? En este caso no vamos a remontarnos tan lejos en el tiempo, aunque nuestra historia tampoco es de ayer.
En enero de 1936, antes de que estalle la Guerra Civil, el Ayuntamiento del pueblo de Vallecas toma por unanimidad una decisión: cambiar el nombre a la calle Juan de Dios Raboso por Antonio Menéndez. Además se fabrica para tal ocasión, en bronce, una placa de carácter monumental que se instalaría en esa vía. Siete meses más tarde, en julio, los generales Emilio Mola y Francisco Franco inician una sublevación y derrocan a la República elegida democráticamente. El acuerdo de los vallecanos queda sumido en el olvido.
Un día de 2018, Manuel León, por aquel entonces presidente de la Fundación Socialdemócrata entrega en mano a José María Uría Fernández, representante de la Fundación Anastasio de Gracia, (actual Fundación Lito), la 'placa de nomenclatura', así se denominan técnicamente los rótulos que nombran las vías de la ciudades. Le pide que la deposite entre los fondos de la fundación para su conservación y le explica que aquella permaneció durante muchos años en un taller de fundición del Rastro, propiedad de su abuelo. Alguien la ofreció, en calidad de pago en especie por algún trabajo.
Una placa monumental
Además de estar confeccionada en bronce fundido, la placa pesa quince kilos. En ella se aprecia en bajorrelieve el perfil de un hombre, entre dos escudos. El de la izquierda, representa dos manos que se saludan con un sol naciente en lontananza (el de la Unión General de Trabajadores). El de la derecha es una estrella de cinco puntas en cuyo centro hay una jota y una ese mayúsculas: el emblema de las Juventudes Socialistas. La inscripción dice: 'Calle Antonio Menéndez'. Sin embargo, es el tercero el que no hace dudar a Uría Fernández: "Manuel León me explicó que se trataba de una calle de Salamanca. A pesar de ello, las herramientas representadas en el escudo son un rastrillo y una horca enlazados, que simbolizan la minería y la agricultura. Es el blasón de Vallecas. No podía tratarse de una calle de Salamanca". En ese momento, el objeto acababa de encontrar a la persona. Durante los siguientes siete años, y mientras se embarcaba en otros planes - relacionados con el paso de fotógrafo Robert Capa por Entrevías - Uría Fernández le arañaba tiempo al reloj, para descifrar su Piedra de Rosetta.
La investigación
Se da la circunstancia de que en 2007, Uría Fernández - ya he hablado sobre su afán de multiplicar los segundos, los minutos y las horas - organizó una exposición en torno a las instantáneas del fotógrafo Alfonso en Vallecas. La muestra se tituló 'Vallecas en la mirada de Alfonso' entre retratos y escenas de la vida cotidiana, el reportero inmortalizó el entierro del joven en el cementerio de la localidad. La tumba sigue existiendo, pero hoy en día, la lápida sucia, por el paso de las estaciones, presenta dos inscripciones. La de Antonio Menéndez y Matías Yglesias Romo. Ninguno de los dos son familia. El segundo fue un piloto abatido en los primeros meses de la contienda. Sus restos mortales ya no se encuentran en esa tumba, fueron trasladados a una fosa común. En su lugar, reposa el cadáver de otra persona, todavía sin identificar, su nombre no aparece en la losa mortuoria.

El diario 'Ahora' del 21 enero 1936 recoge el asesinato de un joven en Vallecas

El diario 'Ahora' del 21 enero 1936 recoge el asesinato de un joven en Vallecas
La muerte de Antonio Menéndez fue documentada en diversos periódicos. En la hemeroteca de la Biblioteca Nacional de España, se conservan varias de estas noticias. El diario 'Ahora' del 21 de enero de 1936 publicaba : 'En un bar de Vallecas se produce una reyerta entre un grupo de fascistas que repartían hojas de propaganda entre los clientes del establecimiento. Los fascistas dispararon sus pistolas, en el Gran bar, dejando a un hombre moribundo'. La noticia que no está firmada, da cuenta de que el juzgado de Alcalá de Henares, el competente, continúa las pesquisas para dar con los sospechosos. Nuestro investigador ya tenía el quién y el porqué, pero ahora tenía que responder a otra pregunta. Si se trataba de una calle de Vallecas, seguro que el Archivo de Villa tenía constancia de esa calle, como así fue. Segunda confirmación: nuestro experto halló las actas del pleno municipal donde se acuerda por unanimidad el cambio de nombre de la calle Juan de Dios Raboso (hoy Paseo de Federico García Lorca) por el de Antonio Menéndez. Firman el acta dieciocho concejales de los treinta y tres que conforman el pleno, bajo la presidencia de Amós Acero, alcalde de Vallecas. El acuerdo es, sin duda, un homenaje a un vecino del lugar, 'vilmente asesinado' como sentencia el documento.
¿Y ahora qué?
Aún quedan muchas incógnitas por despejar: ¿Qué hacía ese grupo de fascistas en un bar popular de Vallecas?, ¿Qué fueron a buscar y qué encontraron?,¿Quiénes eran?, ¿Por qué portaban armas?, ¿Quién se las proporcionó?, ¿Quién confeccionó la placa?, ¿Alguna vez se la llegó a colocar en la calle de Antonio Menéndez?, ¿Se llevó a cabo el homenaje completo?, ¿Qué fue de la familia de Antonio Menéndez?, ¿Siguen en Madrid sus descendientes, si los hubo? Pero sobre todo, ¿Qué hacer con la placa?, ¿Concederá el pleno del Ayuntamiento de Madrid en 2025, tantos años después, pero con un enconamiento partidista similar, acceder a que esta placa, por fin halle el lugar para dónde fue concebida?
Quizás aquí debamos parafrasear a Bob Dylan, ese Complete Unknown: 'the answer is blowing (and will be) in the wind...'

Myriam Soto
Redactora de Radio Madrid